Galletas Gullón cerró 2021 con una facturación 10 millones por encima del año anterior, completando un ciclo de dos décadas en las que ha multiplicado por ocho sus ingresos. Este 2022 cumplen 130 años. Analizamos el momento de la empresa palentina con su consejero delegado, Juan Miguel Martínez Gabaldón.
Acaban de confirmar una década ininterrumpida de crecimiento tras dos años muy complicados. ¿Cómo lo han conseguido?
Somos una compañía familiar caracterizada por una gestión ágil pero austera, con un fuerte control de costes que nos permite mantener un crecimiento no muy rápido pero muy estable. Reinvertimos los beneficios para potenciar que ese incremento de ventas se mantenga y dedicamos cada vez más atención a la exportación como mecanismo para seguir con los crecimientos. No nos deslumbran las oportunidades de negocio inmediatas.
¿Les ha servido la pandemia de momento de reflexión sobre su modelo de negocio?
Sí; para reafirmarnos en nuestra política de no tener deudas y reinvertir los beneficios. Cuando llegó la pandemia tuvimos que hacer frente a unos gastos laterales de 4 millones en 2020 y de 2 millones en 2021 para luchar contra el Covid. Cuando superas esta crisis con crecimiento sabes que tu línea es la correcta. Recuerdo la etapa en la que se puso de moda el apalancamiento como paradigma de la gestión. Nosotros apostamos por tener una caja abultada para no sufrir y pasar el bache sin deberle nada a nadie.
Apostamos por tener una caja abultada para pasar los baches sin deber nada a nadie
¿Qué otras lecciones sacan de estos dos años tan complejos?
Estamos muy orgullosos del papel que hemos jugado. En 2020, cuando nos encerramos en casa en marzo, vendimos un 75% más trabajando a todas horas y fines de semana. Garantizamos el suministro a clientes con rotura de stock. Descubrimos que somos una empresa muy importante y necesaria en el sector alimentario. Somos más de lo que nosotros mismos nos creíamos
¿Se ha estabilizado el mercado tras estos dos años de vaivenes?
Cuando cerramos el 2020 nos dimos cuenta de que habíamos vendido casi lo mismo que en 2019. El 2021 fue más regular, pero el público español consumió menos galletas. Puede que estemos notando la falta de turistas, pero el mercado nacional está estancado por cuestiones demográficas. El año pasado las ventas cayeron un 5,4%.
Y a pesar de todo, su cuenta de resultados refleja un crecimiento del 2,5% a nivel global en 2021.
Sí, a pesar de que el año pasado no fue para tirar cohetes, nuestro foco en la internacionalización nos permitió crecer. y esperamos que el 2022 sea mucho mejor.
¿También gracias a la internacionalización? ¿Incluso produciendo en otros países?
Las ventas exteriores suponen un 40% del global gracias a una red con la que abarcamos 120 países. Seguimos con interés el crecimiento de mercados como el de los países mediterráneos y la región Asia Pacífico. Creemos que tenemos margen para aumentar las ventas internacionales. Aunque el aumento de costes logísticos y de materias ha sido muy importante, seguimos apostando por Aguilar de Campoo, sin descartar oportunidades que puedan surgir en el futuro. Somos una empresa comprometida con nuestro territorio, como demuestra la reciente renovación del convenio.
Queremos que todas las referencias del mercado cuenten con una versión sin azúcar
El Covid ha traído una mayor concienciación sobre los hábitos saludables. ¿Respalda a su apuesta?
Nosotros creamos el segmento de galleta saludable con el lanzamiento en 1990 de la primera galleta sin azúcares y de la primera integral en 1973. Hemos apostado por esta línea, pero nos adelantamos una generación. La pandemia ha puesto la cuestión de la salud sobre la mesa y ha hecho que cada vez más población se sume a una alimentación saludable, terreno en el que nosotros salimos ganando por ser los más adelantados. Nos anima a apostar más aún por este segmento y además ser los primeros en el desarrollo de productos vegetarianos y veganos.
¿Qué novedades veremos en este terreno?
En 2021 lanzamos una caja surtida completa sin azúcar, algo que conlleva un desarrollo de producto y un esfuerzo de producción únicos en Europa. Este año estamos completando la gama de Gullón Zero, de momento con el lanzamiento de cuatro nuevas especialidades, pero con la intención de que todas las galletas que existan en el mercado tengan una alternativa sin azúcar, incluidas las referencias de indulgencia con chocolate.
¿Llegará un momento en el que no puedan atender todas las corrientes y necesidades del público?
La variedad de surtido es precisamente nuestra especialización. Nuestro portafolio refleja nuestra apuesta por cubrir todas las corrientes alimentarias y, como ya hicimos con las galletas sin azúcar, sin gluten o bio, democratizarlas para que puedan llegar al gran consumo.