
Kraft Heinz se prepara para dividirse, casi una década después de la famosa fusión entre dos gigantes de la alimentación que fue orquestada por Warren Buffett y el fondo brasileño 3G Capital. La compañía está considerando escindir una gran parte de su negocio de comestibles, incluyendo muchas marcas de Kraft, en una nueva entidad que podría alcanzar una valoración de hasta 20.000 millones de dólares, según adelanta The Wall Street Journal. Esto dejaría a la empresa principal con productos con las salsas Heinz y la mayonesa de Kraft.
La nueva firma dará prioridad a las líneas de productos con mayor crecimiento, como salsas picantes, aderezos y condimentos, que se alinean mejor con las nuevas preferencias de los consumidores frente a carnes procesadas y quesos. La esperanza es que, como entidades separadas, ambas compañías alcancen un valor combinado superior a los 31.000 millones actuales de Kraft Heinz. Aunque el consejo aún no ha aprobado ningún plan definitivo, la escisión podría concretarse en las próximas semanas.
El movimiento representaría un giro drástico tras años de problemas desde aquella fusión de 2015, que se presentó como la gran salvación del sector alimentario estadounidense. En cambio, resultó una de las peores operaciones del sector: las marcas clave perdieron atractivo y los ahorros prometidos por la gestión de 3G nunca se materializaron. En 2019, Kraft Heinz tuvo que depreciar el valor de sus marcas Kraft y Oscar Mayer en 15.000 millones de dólares.
Desde entonces, las ventas se han estancado, los beneficios han caído y la cotización se ha desplomado más de un 60%, borrando 57.000 millones de capitalización. La demanda por productos estrella como Lunchables, Capri Sun o macarrones con queso ha decaído, en medio de una mayor presión por parte de los consumidores, las autoridades regulatorias y el auge de alimentos más frescos y saludables.
3G Capital salió completamente de la empresa en 2023, y Berkshire Hathaway, aunque sigue siendo el mayor accionista, con un 28%, ya no ocupa puestos en el consejo, lo que muchos interpretan como la antesala de una gran transformación. En mayo, Kraft Heinz confirmó que seguía evaluando "transacciones estratégicas para generar valor". Mientras tanto, otras compañías del sector, como Kellogg y Mars, ya han dado pasos similares para reconfigurarse frente al nuevo apetito del mercado.
Una fusión dramática
La fusión de 2015 debía marcar un punto de inflexión para el sector alimentario de EEUU, en horas bajas en ese momento, y se suponía que iba a ser una más de las jugadas maestras de Buffett, junto al fondo brasileño 3G Capital. Los dos compraron dos años antes en H.J. Heinz Company por 23.000 millones de dólares. La posterior unión entre los dos gigantes iba a suponer el quinto mayor grupo alimentario del mundo con una valoración en bolsa sobre los 80.000 millones de dólares. Hoy el mercado no le da más de 32.000 millones de capitalización. Hace diez años la facturación del gigante llegaba a 28.000 millones. En 2024, estaba por debajo de los 26.000 millones. La iniciativa iba a poner bajo un mismo paraguas marcas populares como Oscar Mayer, los productos de queso Kraft y el ketchup Heinz.
La fusión se agrió rápidamente. En 2019, la compañía dijo que enfrentaba costos más altos y una presión significativa sobre el valor de sus marcas, reduciendo el valor de las etiquetas Kraft y Oscar Mayer en 15.000 millones. "Fuimos demasiado optimistas sobre las sinergias y ahorro de coste que nunca se materializaron", explicó el CEO de aquella época, Bernardo Hees. Las ventas de Kraft Heinz se han estancado, las acciones han caído más del 60% y se han borrado unos 57.000 millones de dólares de valor de mercado. Ese el resumen financiero de una de las fusiones más desastrosas de la historia moderna de Wall Street.
El origen del problema
La demanda de algunos de los productos principales de Kraft Heinz, desde Lunchables hasta Capri Sun, macarrones con queso y mayonesa, se ha visto afectada. Kraft Heinz ha estado trabajando para reorganizar su cartera e invertir en productos más saludables que se ajusten mejor a las preferencias cambiantes de los consumidores, y la compañía anunció recientemente planes para eliminar los colorantes artificiales de sus productos estadounidenses. También ha intentado en los últimos años vender algunas de sus marcas de bajo rendimiento, como Oscar Mayer.
3G vendió toda su participación en Kraft Heinz a finales de 2023. Berkshire Hathaway sigue siendo el mayor accionista de la empresa en la actualidad, con una posición de aproximadamente el 28%, pero recientemente Buffett salió del Consejo de Administración, lo que desataba una ola de rumores de cambios radicales para el grupo.
Los últimos años, desde la salida de la pandemia, están siendo una tortura para todo el sector alimentario. El repunte de inflación ha provocado un giro forzado de los consumidores a productos más baratos, lo que ha apretado las tuercas de los márgenes de beneficio de las compañías. Existe mayor regulación de los alimentos procesados y un aumento del consumo en comida más saludable.