
La Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (Upev) apunta al la venta incontrolada en canales de conveniencia de los dispositivos desechables como el origen del aumento del consumo entre la población joven y reclama al Gobierno acabar con su comercialización no regulada fuera de establecimientos especializados o estancos.
Desde la patronal de esta industria, que empezó a popularizarse en nuestro país en 2012 y cuyo mercado fue regulado en 2014 a través de una directiva europea, recuerdan que el 64% de los consumidores creen que restringir la venta a establecimientos especializados es la mejor forma de evitar el acceso a los menores de edad, según datos de Sigma Dos.
En este sentido, el presidente de Upev, Arturo Ribes, señala que "el problema no es el producto que se vende, el problema reside en el canal: actualmente, los vapers son productos de venta libre y puedes encontrarlos en grandes superficies, bazares, tiendas de conveniencia y hasta tiendas de gominolas o peluquerías", por lo que reclama al ejecutivo una regulación justa y eficiente del tabaco y sus alternativas. "Parece que la nueva Ley del Tabaco solo busca demonizar al 5% de vapeadores adultos, mientras sigue sin ofrecer ayudar y ofrecer soluciones al más de 22% de fumadores de España", asegura.
En la actualidad, el sector del vapeo español cuenta con una red de 450 tiendas especializadas y está compuesto por 500 pequeñas y medianas empresas y operadores autónomos si se tienen en cuanta a los distribuidores y fabricantes, que dan empleo directo a alrededor de 1.500 personas y más de 3.000 de manera indirecta. El año pasado la industria del vapeo facturó más de 130 millones de euros y contaba con más de 650.000 usuarios.
Vía para abandonar el tabaco
Además de garantizar al público el acceso a unos productos seguros, recuerdan desde Upev, el vapeo regulado representa una vía a la población fumadora para abandonar el tabaco a través de una alternativa menos perjudicial que el cigarrillo tradicional, ya que apenas 3% de los usuarios europeos de estos dispositivos electrónicos no había fumado con anterioridad, según datos del Eurobarómetro Especial.
Para reforzar sus tesis, desde la asociación recuerdan que en 2021, cuando los dispositivos solo se podían adquirir puntos de venta especializados, la incidencia del vapeo en menores era del 0,25%, mientras que un año después, con la llegada de los dispositivos desechables, esta incidencia ascendió al 1,2%. Ya en 2023, cuando la venta de los vapers desechables se abrió a todo tipo de comercios, la incidencia entre los más jóvenes ascendió al 3,2% y en 2024 creció hasta el 5,2%, frente a un índice de prevalencia del tabaquismo en menores de edad del 17%.
Ahora, el sector reclama el fin de esta venta libre, tal y como reconoce su presidente, que reconoce que "queremos que se restrinja la venta, desapareciendo los puntos de venta libre; que no haya saborizantes atractivos -como piña colada o tarta de chocolate-, solo frutales; queremos que no existan vapers de juguete, ni con forma de dibujo animado o colores llamativos; queremos que se escuche a la ciencia, que ha probado la menor toxicidad de estos productos y, sobre todo, queremos que se proteja la salud de los ciudadanos con una regulación que les asegure que están consumiendo productos seguros, como los nuestros". El sector asegura que, si se limita la venta a tiendas especializadas y estancos, esta incidencia se reduciría por debajo del 1%.