Retail - Consumo

La alimentación se atraganta en EEUU con Trump tras crecer un 73% con Biden

Donald Trump en su despacho de la Casa Blanca.

La aprobación de los aranceles por parte del Gobierno estadounidense a los productos europeos, de momento del 10% pero bajo la amenaza de poder duplicarlos en un plazo de tres meses, ha puesto contra las cuerdas al sector agroalimentario. La industria se juega 3.600 millones de euros.

La guerra arancelaria abierta por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenaza con frenar en seco el crecimiento en el país de la industria agroalimentaria española, un sector que en los últimos cuatro años, bajo la administración de Joe Biden, ha conseguido incrementar un 73% sus ventas en este mercado, desde los 2.084 millones que alcanzó al cierre de 2020 a 3.609 millones de euros en el último año. Es un porcentaje cuatro veces mayor respeto al 18,4% de crecimiento que el sector registró en el mercado norteamericano durante la primera etapa de Trump, cuando entre 2017 y 2020 las ventas aumentaron únicamente un 18,4%. Hay que tener en cuenta que, en términos de volumen el crecimiento de la exportación agroalimentaria española a Estados Unidos es mucho menor en los últimos cuatro años, de apenas un 6%, hasta cerca de 800.000 toneladas.

No obstante, y aunque es cierto que gran parte del aumento de las ventas en valor obedece a la inflación, en la industria apuntan también que los productos españoles cuentan cada vez con un mejor posicionamiento en Estados Unidos, lo que ha permitido que poco a poco la venta a granel vaya cediendo terreno a los productos envasados. De hecho, en algunos productos, como el del aceite de oliva, se ha producido un vuelco histórico y en 2024, por primera vez en toda la historia, el precio del producto español ha superado al italiano, que tradicionalmente estaba asociado a una imagen de calidad y valor añadido más alto.

Vía diplomática

Aunque tras el anuncio de aranceles por parte de Trump, de momento al 10%, la industria ha pedido agotar la vía diplomática, además de una respuesta "rápida y contundente, con reciprocidad" ante las tarifas impuestas por Estados Unidos a Europa. Es lo que ha asegurado en los últimos días el director general de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (Fiab), Mauricio García de Quevedo, tras conocer la decisión del presidente norteamericano, Donald Trump. García de Quevedo ha calificado de "error" la aprobación de las nuevas tasas, urgiendo al Gobierno y a la Unión Europea a tomar medidas.

En 2024, las exportaciones agroalimentarias y pesqueras de España a Estados Unidos supusieron el 4,8% del total del comercio exterior del sector, lo que situó a Estados Unidos en el sexto puesto a nivel mundial como destino de nuestras exportaciones, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Las exportaciones agroalimentarias al mercado estadounidense aumentaron el pasado año un 21,4% en valor, hasta alcanzar los 3.604 millones de euros, respecto a 2023, mientras que en volumen se situaron en las 789.749 toneladas, lo que supone un crecimiento del 7,1% respeto al ejercicio anterior.

En los últimos años, Estados Unidos ha registrado un aumento sostenido en la demanda de productos agroalimentarios españoles y el país se ha situado como el quinto socio comercial global de España y el principal extracomunitario, superando a China y situándose solo por detrás de Francia, Portugal, Italia y Alemania.

El aceite, el más perjudicado

Las ventas de aceite alcanzaron, en concreto, los 1.013 millones de euros y las de vino 334 millones de euros más, lo que convierte al mercado norteamericano en nuestro segundo mayor cliente en términos de valor en 2024. El problema es que, frente a lo que ocurre con el vino, para lo que sí que hay una producción local, Estados Unidos apenas tiene capacidad para producir aceite y, según denuncian en sector, los aranceles solo servirán para encarecer el producto en un momento en el que todas las instituciones están apuntando a la necesidad de incrementar su consumo para mantener una dieta saludable.

"Estados Unidos tiene una producción muy pequeña, fundamentalmente en California. Apenas produce el 1% del aceite que consume por lo que la aprobación de los aranceles es ilógica. Todas las grandes instituciones norteamericanas, como la Universidad de Harvard, están defendiendo el consumo de aceite de oliva como producto saludable y si se imponen aranceles lo único que se va a conseguir es encarecer el producto y perjudicar a los consumidores", explicaba en una entrevista reciente con elEconomista.es Jaime Lillo, director ejecutivo del Consejo Oleícola Internacional.

El sector teme que el arancel suponga así un freno a la evolución positiva registrada especialmente por el aceite en el mercado norteamericano, después de haber crecido en el último año casi un 60% en valor de las exportaciones frente al ejercicio anterior.

El presidente de la patronal de la industria agroalimentaria, Ignacio Silva, que acudió al encuentro con el presidente del Gobierno para conocer la respuesta del Ejecutivo a los aranceles, confía en que el problema se solucione con urgencia por la vía diplomática, pero mientras tanto pide a las autoridades españolas y europeas que respondan con unidad, firmeza y proporcionalidad, evitando contramedidas que puedan generar una espiral de represalias sobre productos determinados.

Durante los últimos meses, las bodegas y la industria aceitera han estado aumentando los envíos a Estados Unidos para tratar de sortear en la medida de lo posible los aranceles, al menos durante los primeros meses, pero la entrada en vigor ahora dificulta en gran medida su capacidad de actuación.

Ante las reclamaciones de la industria, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha pedido "prudencia", asegurando que el Gobierno movilizará "todas las medidas necesarias" para apoyar a los sectores afectados. "Defendemos un comercio internacional basado en reglas y la adopción de estas medidas unilaterales por parte de un país, Estados Unidos, además socio de España y de la Unión Europea, no nos parece positiva porque va a afectar a la economía", señaló el ministro.

Durante el primer mandato del magnate estadounidense y como consecuencia del conflicto entre Airbus y Boeing, Trump ya impuso aranceles a 113 productos alimentarios españoles, que representaban el 53,1% sobre el total de los exportados a Estados Unidos. Esos aranceles están todavía pendientes de su eliminación, además de que siguen vigentes los aplicados a la aceituna negra de mesa, una situación para la que Fiab pide una solución.

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