
Los aranceles de Trump a los países asiáticos han penalizado duramente a las firmas que tienen localizadas en dicho continente sus cadenas de suministro. Las tasas que Washington ha impuesto a países como China, Vietnam o Indonesia han afectado a las compañías de sectores como el textil, con Adidas dejándose casi un 10% en bolsa y Nike firmando un repliegue del 12% que ha llevado a la marca de Michael Jordan a cotizar en niveles de 2017. La firma proveedora de la NBA, que cambió de consejero delegado a finales del año pasado para corregir su rumbo y volver a navegar por las aguas del éxito, se ve acorralada ahora por la política arancelaria de la Casa Blanca, al igual que John Rambo en los túneles del Viet Cong.
Las acciones de Nike se han llegado a desplomar un 12% en el día posterior a que Donald Trump desplegara una ofensiva arancelaria contra todo el mundo. La hoja de ruta proteccionista del magnate ha impuesto tasas sobre países del Sudeste Asiático a los que firmas como Nike habían trasladado su producción, en un movimiento que buscaba disminuir su dependencia de China ante las tensiones comerciales entre Washington y Pekín.
Sin embargo, los aranceles "recíprocos" del magnate han neutralizado esa estrategia. El magnate ha lanzado una bomba de destrucción masiva a todos los países que tienen mucho que decir en la cadena de suministro del textil. Vietnam fue objeto de un arancel del 46%, Camboya del 49%, Bangladesh del 37% e Indonesia del 32%. Además, las tasas impuestas ayer por Washington sobre el gigante asiático se suman a las tarifas del 20% establecidas anteriormente.
Y encima los aranceles tienen su sorna. Nike y el resto de compañías aprendieron rápido con el covid y la posterior crisis de suministros que no se podía depender solo de China, pero hoy se han dado cuenta que como John Rambo están acorraladas. "Las empresas que trabajaron duro durante años para reducir su dependencia de China apoyándose en países como Vietnam acaban de aprender que realmente no hay lugar donde esconderse", comenta Simeon Siegel, analista de BMO Capital Markets.
Vietnam es un centro de producción crucial para marcas como Nike, Adidas o Puma. Nike fabrica allí la mitad de su calzado y más de una cuarta parte de su ropa, mientras Adidas produce en Vietnam el 39% de su calzado y el 18% de su ropa.
La analista de Bernstein, Aneesha Sherman, señala que marcas como On Holding, cuyas zapatillas de 150 dólares apuntan a compradores más ricos, podrían aumentar los precios más fácilmente sin afectar los ingresos. "Para todos los demás, creo que la estrategia de mitigación a corto plazo será tratar de renegociar los contratos con proveedores y vendedores, para de esta manera compartir el sufrimiento a lo largo de la cadena de valor", recoge Reuters.
Costes ocultos y cascada de aranceles
Dado lo integradas que están las cadenas de suministro, es probable que las empresas se enfrenten a muchos aranceles a lo largo de su proceso de compra y producción, según Andrei Quinn-Barabanov de Moody's Analytics. "Una pregunta que se cierne es cuánta sorpresa se llevará una empresa en términos de costos ocultos que serán inflados por los aranceles y habrá una reacción en cadena de todos esos costos adicionales que ingresan a las cadenas de suministro".
Según los analistas de UBS, es posible que los minoristas no puedan compensar totalmente estos aranceles, ya que contrarrestar el impacto de los gravámenes solo en Vietnam requeriría aumentos de precios de entre el 10% y el 12%.
"Con la propuesta de imponer aranceles adicionales en otros centros de abastecimiento clave de Asia, el escenario de trasladar la producción ahora parece mucho menos viable, lo que reduce el conjunto de medidas de mitigación efectivas disponibles para las marcas", añadieron los analistas de UBS.
"Esperaría que la mayoría de estos países intenten negociar reducciones y exenciones, pero mientras tanto, las empresas tendrán que tomar una decisión sobre qué hacer con el aumento de precios", explica a Bloomberg Inu Manak, investigador de política comercial del Consejo de Relaciones Exteriores. "Estos nuevos aranceles y la posibilidad de que puedan ser modificados indefinidamente y significa mucha más incertidumbre comercial en los próximos meses y años".
Encadenando problemas
Los aranceles de Trump caen sobre Nike como los proyectiles de los 'charlies' sobre el grupo de élite dirigido por John Rambo, amenazando con hacer añicos el sueño de Elliot Hill de volver al Olimpo de la moda deportiva, replicando el sueño roto del personaje de Stallone de adquirir un Chevy. Hill volvió al mando de la firma para sustituir a Donahoe, a quien el propio Hill había dejado al mando en 2020. Sin embargo, la estrategia aplicada durante la pandemia acabó por agotarse, oxidando la competitividad de la firma frente al efecto vigorizante de Bjorn Gulden en Adidas.
En 2024, Nike registró una caída del 9% de sus ingresos que, aunque fue menor que el 11% estimado por el mercado, dejó helados a los inversores. Además, la marca que calzó a Marty McFly en Regreso al Futuro se enfrenta a una nueva dificultad, pues la fórmula vintage parece estar agotándose: estimaciones de Piper Sandler, que alertan de una mengua del 70% en las ventas del modelo Dunk entre 2024 y 2025.
La caída de las comercializaciones de estas deportivas, que concentró el 18% de las ventas totales de zapatillas de Nike el año pasado, se debe, en parte, a un intento por reducir el desproporcionado catálogo de dicho calzado, que alcanza los 4.700 modelos. Por otro lado, lo cierto es que el interés por esta zapatilla está menguando, lo cual empuja al equipo de Elliot Hill a diseñar una nueva estrategia. Una tarea aún más difícil con los aranceles de Trump, los cuales la llevarán, muy probablemente, a subir los precios de sus productos en EEUU.