
La industria alimentaria española reclama una respuesta "rápida y contundente, con reciprocidad" ante los aranceles del 20% impuestos por Estados Unidos a Europa. Es lo que ha asegurado hoy el director general de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (Fiab), Mauricio García de Quevedo, tras conocer la decisión del presidente norteamericano, Donald Trump. García de Quevedo ha calificado de "error" la aprobación de las nuevas tasas, urgiendo al Gobierno y a la Unión Europea a tomar medidas.
En 2024, las exportaciones agroalimentarias y pesqueras de España a Estados Unidos supusieron el 4,8% del total del comercio exterior del sector, lo que situó a Estados Unidos en el sexto puesto a nivel mundial como destino de nuestras exportaciones, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Las exportaciones agroalimentarias a EEUU aumentaron el pasado año un 21,4% en valor, hasta alcanzar los 3.604 millones de euros, respecto a 2023, mientras que en volumen se situaron en los 789.749 toneladas, un 7,1% más. En los últimos años, el mercado estadounidense ha registrado un aumento sostenido en la demanda de productos agroalimentarios españoles y el país se ha situado como el quinto socio comercial global de España y el principal extracomunitario, superando a China y situándose solo por detrás de Francia, Portugal, Italia y Alemania.
Las ventas de aceite alcanzaron, en concreto, los 1.013 millones de euros y las de vino 334 millones más, lo que convierte al mercado norteamericano en el segundo mayor cliente en términos de valor en 2024. El problema es que, frente a lo que ocurre con el vino, para lo que sí que hay una producción local, Estados Unidos apenas tiene capacidad para producir aceite y, según denuncian en sector, los aranceles solo servirán para encarecer el producto en un momento en el que todas las instituciones están apuntando a la necesidad de incrementar su consumo para mantener una dieta saludable. El arancel supondría un freno a la evolución positiva registrada especialmente por el aceite en el mercado norteamericano, después de haber crecido en el último año casi un 60% en valor de las exportaciones frente al ejercicio anterior.
El presidente de la patronal de la industria agroalimentaria, Ignacio Silva, que ha acudido al encuentro con el presidente del Gobierno para conocer la respuesta del Ejecutivo a los aranceles, confía en que el problema se solucione con urgencia por la vía diplomática, pero mientras tanto pide a las autoridades españolas y europeas que respondan con unidad, firmeza y proporcionalidad, evitando contramedidas que puedan generar una espiral de represalias sobre productos determinados.
Planes de crisis
Durante los últimos meses, las bodegas y la industria aceitera han estado aumentando los envíos a Estados Unidos para tratar de sortear en la medida de lo posible los aranceles, al menos durante los primeros meses, pero la entrada en vigor ahora dificulta en gran medida su capacidad de actuación.
Ante las reclamaciones de la industria, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha pedido "prudencia", asegurando que el Gobierno movilizará "todas las medidas necesarias" para apoyar a los sectores afectados. "Defendemos un comercio internacional basado en reglas y la adopción de estas medidas unilaterales por parte de un país, Estados Unidos, además socio de España y de la Unión Europea, no nos parece positiva porque va a afectar a la economía", ha señalado el ministro este jueves.
Antecedentes
Durante el primer mandato del magnate estadounidense y como consecuencia del conflicto entre Airbus y Boeing, Trump ya impuso aranceles a 113 productos alimentarios españoles, que representaban el 53,1% sobre el total de los exportados a Estados Unidos. Esos aranceles están todavía pendientes de su eliminación, además de que siguen vigentes los aplicados a la aceituna negra de mesa, una situación para la que Fiab pide una solución