
La Comisión Europea ha presentado un paquete de medidas dirigidas a proteger a la industria europea del vino ante el descenso del consumo, los retos climáticos y una más que posible caída de las exportaciones tras las amenazas de aranceles lanzadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Pocos días después de que el mandatario americano prometiera gravar con aranceles de hasta el 200% a los productos alcohólicos procedentes de Europa, el Ejecutivo Comunitario ha propuesto a los países miembros una serie de medidas con las que quiere proteger al sector vitivinícola y a empresas como Codorníu, Freixenet o García Carrión, que tienen en Estados Unidos un importante destino de exportación.
Entre otras medidas, la Comisión Europea propone medidas para evitar producciones excedentarias que afecten a los precios del vino en el mercado tales como el arranque de viñas no deseadas o sobrantes o la eliminación de uvas inmaduras antes de la cosecha.
Mayor flexibilidad
La propuesta también aboga por aportar a la industria una mayor flexibilidad en aspectos como el régimen de autorizaciones de replantación para tomar mejores decisiones en términos de inversión, así como a la hora de permitir a cada Estado miembros adaptar mejor las autorizaciones de plantación a sus necesidades nacionales y regionales, siempre que estén justificadas, frente las condiciones actuales que establece la Política Agraria Común (PAC).
En el terreno de las ayudas, la batería de propuestas de Bruselas prevé que el presupuesto comunitario eleve la financiación de medidas encaminadas a paliar los efectos del cambio climático en los cultivos del actual 50% hasta un 80%
Por otra parte, las tensiones comerciales provocadas por Trump también han servido para que la UE asimile una de las últimas reivindicaciones del sector del vino en referencia al etiquetado. En este sentido, ahora Bruselas propone una armonización del etiquetado digital con códigos QR mediante pictogramas que eviten traducciones innecesarias, permitan a la industria reducir costes y a la vez potencien el comercio transfronterizo. Esta misma armonización afectará a la nomenclatura de los vinos con bajo contenido alcohólico que pasarán a denominarse sin alcohol.
Más apoyo a la promoción
El documento presentado ayer prevé ampliar de 3 a 5 años las campañas de promoción financiadas por la UE para la consolidación del mercado en terceros países "para garantizar una mejor promoción de los vinos europeos". Asimismo, Bruselas quiere ampliar el universo de beneficiarios de las medidas para promover el enoturismo en las regiones vinícolas incluyendo a los consejos reguladores de DOP e IGP.