El presidente Donald Trump ha amenazado con implementar un arancel del 200% sobre el vino, el champán y otras bebidas alcohólicas europeas, en una nueva escalada de la guerra comercial que mantiene EEUU con otras potencias económicas. Trump realizó la amenaza por redes sociales y ha señalado que seguirá adelante con los aranceles de importación si la UE no deroga un impuesto al whisky estadounidense, una medida implementada para tomar represalias contra los aranceles de Trump al acero y al aluminio que entraron en vigor el miércoles.
Una guerra comercial se sabe cuándo empieza, pero no cuándo termina por el riesgo de que los cruces de aranceles entren en una espiral sin final. Trump ya advirtió ayer que tomaría represalias contra la UE por el paquete de contramedidas que había preparado. Y hoy el presidente de EEUU ha pasado al ataque por redes sociales, amenazando con elevar las tasas al 200% para el vino, champán y otras bebidas alcohólicas procedente de Francia y otros países miembros de la Unión Europea.
Trump defiende de que se trata de una respuesta para defender al whisky que sufrirá aranceles del 50% en territorio europeo, pero no explica que la tasa sobre la bebida espirituosa estadounidense se debe a una respuesta, tal como ha hecho Canadá, a los aranceles de Trump al acero y aluminio que entraron en vigor hace dos días.
En una publicación en la red Truth Social, el inquilino de la Casa Blanca ha acusado a la UE de ser una de las autoridades fiscales y arancelarias más hostiles y abusivas del mundo, "creada con el único propósito de aprovecharse de Estados Unidos".
"Esto beneficiará enormemente al sector del vino y el champán en Estados Unidos", ha asegurado Trump. Desde que el magnate asumió poderes ejecutivos, los aranceles y las redes sociales se han convertido en la principal herramienta de política exterior.
Desde el pasado mes de enero, Trump ha anunciado ocho tipo de aranceles, con sus idas y venidas. En mitad del caos arancelario, de momento, por parte de EEUU ha entrado en vigor tres. El pasado 4 de marzo comenzó a imponer una tasa del 25% a todos los productos procedentes de Canadá y México y uno adicional del 10% a productos chinos. El 12 de marzo, el 25% al acero y aluminio que entre en EEUU. Y el pasado 2 de abril entró en vigor aranceles recíprocos para productos agrícolas.
Este ataque verbal puede o no materializarse sobre el vino y el champán europeo, pero hay varias novedades en el mensaje de Trump. Primero, el porcentaje elevado del posible arancel. En estos meses nunca había pasado del 50% y, segundo, nunca había dirigido la ira arancelaria sobre la Unión Europea, como sí lo había hecho con Canadá y México.
Cálculo del impacto
Bruselas estima en unos 28.000 millones de dólares el impacto de los aranceles estadounidenses sobre el acero, el aluminio y productos derivados europeos, por lo que responde con tasas a las importaciones de una variada gama de productos estadounidenses que va desde alimentos hasta marcas emblemáticas como el whisky Bourbon o las motocicletas Harley-Davidson.
En todo caso, las contramedidas europeas no entrarán en vigor hasta el próximo 1 de abril porque deben cumplirse varios pasos procedimentales, lo que deja cierto espacio para tratar de buscar un acuerdo con Estados Unidos.
La primera parte de los aranceles que prepara Bruselas corresponden a los que se activaron en el pasado y que están suspendidos hasta el próximo 31 de marzo, en virtud de un acuerdo con anteriores Administraciones norteamericanas, por lo que entrarán en vigor el próximo 1 de abril.
La segunda parte del paquete llevará algo más de tiempo y los servicios comunitarios estiman que estará todo listo para su aplicación "a partir de mediados de abril".