
La industria cárnica española afianza su posición de liderazgo y se consolida como la primera exportadora europea de porcino. De acuerdo con los últimos datos de la Asociación de Industrias de la Carne de España (Anice), el sector alcanzó en el último ejercicio un volumen de ventas en el exterior de 11.333 millones, lo que supone un 0,8% más respecto al año anterior.
Giuseppe Aloisio, director general de Anice, explica que "este hito ha sido posible gracias a que se ha conseguido recolocar parte de la venta que se había perdido en China después de la progresiva recuperación de su cabaña porcina tras la crisis aviar", destacando asimismo el crecimiento en Estados Unidos. "Aunque el dato todavía es pequeño, el año pasado las exportaciones a este país aumentaron un 29,4%, hasta 102,6 millones de euros", asegura Aloisio.
Si se tienen en cuenta las exportaciones totales de carne de porcino, vacuno y ovino, incluyendo los elaborados, el mayor consumidor de productos españoles sigue siendo China en términos de volumen, con 539.066 toneladas en 2024, seguido de Francia e Italia. En valor, sin embargo, el mayor importador de España es Francia, con 1.469 millones; seguido de Italia, con 1.110 millones y China, con 1.097 millones de euros.

Aloisio destaca que EE.UU es un cliente, fundamentalmente, de producto elaborado, con un crecimiento en este caso del 35,2% en volumen en 2024, hasta casi 4.000 toneladas y de un 30,23% en valor, hasta 57,5 millones. En elaborados cárnicos, el mercado norteamericano es, de hecho, uno de nuestros diez primeros importadores. En productos elaborados, nuestro mayor comprador es Francia, de forma muy destacada. En total, la industria española exportó el año pasado al país vecino casi 51.000 toneladas de elaborado por un importe de 429,1 millones de euros. Es un 6,36% más que hace un año y hasta 140% por encima de nuestro segundo cliente, Alemania. Ya por detrás, a gran distancia, aparecen países como Reino Unido, Portugal, Bélgica o Italia.
El directivo está convencido del gran potencial que tiene el sector y destaca además un factor que puede ser determinante para crecer en China. "El cerdo en Estados Unidos y Brasil estaba hasta ahora más barato debido a que no tenían tantos costes regulatorios y medioambientales como en Europa y son además grandes productores de soja, para alimentación animal, pero ahora se ha producido un vuelco y está más caro que el europeo, con lo que se abre una gran oportunidad para el porcino español", explica. Si a todo ello se suma además la posibilidad de una guerra comercial entre Estados Unidos y China, el potencial en el país asiático para el producto europeo vuelve a ser muy significativo.

"En igualdad de condiciones ya podemos competir, ya no hay el diferencial de precios que había antes y, si además, China le pone aranceles al producto norteamericano, puede darse una carambola que nos acabe beneficiando", asegura Aloisio. El director general de Anice recuerda que China abrió una investigación al sector europeo por posible dumping en junio de 2024 pero se muestra optimista después de meses sin que haya habido una resolución.
Una cuestión de precio
Los precios, en cualquier caso, jugarán un papel fundamental. Frente a lo que ha ocurrido con otros productos ganaderos la cotización media del cerdo vivo en 2024 se situó en 1,727 euros por kilo, un 7,58% menos respecto al valor medio del año anterior. De este modo, se rompe la tendencia alcista de los años anteriores y de aleja de los máximos alcanzados en 20223, cuando la media fue de 1,868 euros por kilo. Las cotizaciones del vacuno siguieron registrando sin embargo niveles históricos en las distintas lonjas y mercados nacionales por el desequilibrio entre la oferta y la demanda, provocando una enorme de tensión en los precios. "En el vacuno y el ovino hay un problema estructural por la poca oferta de animales y la falta de relevo generacional, además de la influencia que ha tenido sobre los precios el aumento de las exportaciones al norte de África", explica el responsable de la patronal.
Anice, que celebrará hoy su asamblea anual, puede presumir de unas cifras históricas en el sector, con una facturación total de 41.337 millones de euros, lo que supone un aumento del 7,96% respecto a 2023. El sector cárnico aporta ya el 23,1% del total de la facturación de la industria alimentaria y suma 122.942 empleos, un 24,6% del conjunto de los puestos de trabajo en la industria de alimentación y bebidas. España registró en 2024 una producción de elaborados de casi 1,5 millones de toneladas, con lo que se sitúa como uno de los principales productores de la UE.