
No hace falta que sea una fecha especial para autorregalarse una caja de bombones, aunque cada vez sea más caro hacerlo. La ya denominada "crisis del chocolate" continúa cosechando precios de récord, aunque no por mucho tiempo. Desde finales de 2023 el precio del cacao se ha disparado en más de un 300%, pasando de los 2.581 dólares por tonelada a los 10.371, un coste histórico nunca visto para este producto.
No obstante, todo apunta a que este comportamiento pronto llegará a su fin, sobre todo porque las grandes firmas de la industria ya están buscando ingredientes alternativos al cacao para sus productos, lo que conllevará su inevitable devaluación aunque eso también suponga utilizar componentes de menor calidad.
En este sentido, además de las clásicas tabletas de cacao, las cajas de bombones también se verán especialmente afectadas, dejando un mal sabor de boca a todos los amantes del chocolate al sustituir la manteca de cacao por grasas de dudosa procedencia. Esta práctica de sabrosa tiene poco, pues su motivación es puramente económica, avisan desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Lo ideal es que un bombón esté compuesto por manteca de cacao 100%, sobre todo porque tiene ciertas características más placenteras al gusto (se funde a temperatura corporal), aunque sea más cara. Es por esto que muchas marcas recurren a otro tipo de grasas para el relleno, como la de palma, el palmiste, el coco, o la grasa láctea anhidra, algo que no contribuye en nada al producto final.
Para seguir reduciendo costes, otras marcas optan además por sustituir el azúcar por jarabes de glucosa y fructosa que, de igual forma, son más baratos pero afectan negativamente al sabor, devaluando el valor de la degustación de muchos bombones. De hecho, suelen presentar ciertos defectos como una superficie mate, puntos blancos de grasa, capas de chocolate gruesas o un exceso de dulzor que priva de una buena experiencia gastronómica al que los consume, peor si son para regalar.
Solo 10 de 30 marcas aprueban el análisis
Para ejemplificar estas prácticas, la OCU analizó 30 cajas de bombones tanto de primeras marcas como de marca blanca, de los cuáles tan solo 10 son de buena o muy buena calidad. Entre los suspensos, encontramos nombres tan conocidos como la emblemática caja roja de Nestlé, cuyos bombones mezclan la manteca de cacao con grasa de palma, shea, grasa láctea anhidra y mantequilla. Teniendo en cuenta que lo hacen para abaratar el producto, estos bombones son los más caros del análisis: 47,96 euros el kilo.
Sin embargo, estos no son los únicos bombones suspensos. Otra marca clásica es la de Trapa Sublimes que, aunque no recurre a jarabes, sí que mezcla la manteca de cacao con mantequilla, aceite de coco y girasol, una amalgama que, aunque ha decepcionado a los degustadores, tiene un precio más asequible: 17,8 euros el kilo.
Los bombones Lindt Lindor tampoco se libran. Aunque utilizan un azúcar de excelente calidad, las grasas usadas (aceite de coco, de palmiste y grasa láctea anhidra) dejan mucho que desear en un producto que cuesta 37,45 euros el kilo, señalan los degustadores de la OCU. Otro notable suspenso va para las populares conchas de praliné de Gyulian SeaShell, aunque en este caso no es por la composición, sino porque a los expertos no les ha gustado ni el aspecto ni el sabor, probablemente por un exceso de dulzor o una textura poco lograda. Su precio también es uno de los más elevados: 32,6 euros el kilo.
Ayuda a reducir el estrés
Lo primero en lo que pensamos al empezar una dieta es en eliminar el chocolate, a veces influenciados por una sociedad que demoniza este alimento a pesar de que nos ofrece una amplia variedad de beneficios. El chocolate sin aditivos, como el negro o el amargo, ayuda a reducir los niveles de colesterol, reducir el deterioro de la memoria, el nivel de estrés y a mantener el cerebro sano. Para aprovechar todas estas propiedades, el porcentaje de cacao del chocolate que consumamos debe ser superior al 70%, aunque cuanto más tenga, mejor, señalan desde la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).