Pacari. Es una palabra quechua que se traduce como naturaleza. Y eso es lo que buscaban en 2002 Santiago Peralta y Carla Barboto, entonces novios y hoy matrimonio, cuando en 2002 crearon en Ecuador la empresa que lleva ese nombre como un firma premium en el sector del chocolate. Hoy han cambiado la marca y han introducido una nueva c cambiando la denominación por la de Paccari. "Queremos hablar del campo a la ciudad y por eso las dos c", explica Peralta, como prueba también de su compromiso con el medio ambiente y bajo la idea de que se cree una cultura del cacao, ligada a la tierra, al igual que ha ocurrido previamente con el vino.
¿Cómo nació Paccari?
Hace ya 20 años cuando creamos la empresa, salvo en Estados Unidos o Japón, apenas había una demanda de productos bio. Pero eso ha cambiado. El objetivo era crear un producto 100% natural y orgánico, además de hacer uso de un comercio justo (fair trade) y pagar a los agricultores lo que se merecen. Durante 50 años se ha pagado muy poco por el cacao y el 80% de las familias que se dedican al cultivo del cacao en África tienen unos ingresos mensuales de 25 dólares al mes.
¿Y por qué han cambiado de nombre a la marca?
Nosotros queremos demostrar que se pueden cambiar las cosas y por eso hemos modificado también la marca. Hemos cambiado de Pacari a Paccari para visualizar el compromiso con la trazabilidad y la calidad desde el origen, de campo a la ciudad.
"Los precios del cacao se han multiplicado por cinco desde octubre de 2023, pero no bajarán y no volveremos a encontrar chocolate barato debido al cambio climático"
Pero los precios ahora están registrando un repunte muy fuerte, ¿habrá marcha atrás y volverán a los niveles previos?
No, nunca más habrá chocolate barato porque el cacao no bajará de precio. O se mantendrá o seguirá subiendo. En octubre de 2023 se pagaban 2.500 dólares por tonelada y ahora son 11.500 dólares, lo que significa que casi se ha quintuplicado. Y, aunque es cierto que hay una gran preocupación en la industria es algo que no a va a cambiar debido al cambio climático. El precio empezó a subir de una forma muy fuerte debido a una caída de la producción como consecuencia de la sequía, fundamentalmente en Ghana y Costa de Marfil, que son los mayores productores mundiales, pero también en Ecuador, que es el tercero con 400.000 toneladas al año.
Y, además, hay un virus que está castigando a las plantaciones, el del tallo inflamado de cacao (CCSV, por sus siglas en inglés)...
Sí, es un virus que se propaga rápidamente y amenaza la salud del árbol del cacao y de las semillas. Debido a esto y a la falta de lluvias que estamos sufriendo, que ha dejado imágenes nunca vistas, como el Amazonas seco, en 2023 la cosecha fue muy mala y en 2024, cuando se esperaba que iba a ser mejor, ha sido aún peor.
¿Y hay perspectivas de mejores cosechas y mayor producción?
Ha habido dos años seguidos de mala cosecha y eso ha repercutido en los precios, pero es algo con lo que vamos a tener que convivir. Es una situación similar a la que se ha vivido en España, por ejemplo, con el aceite de oliva, o en Brasil con las naranjas. Hay que estar ciego para no verlo. El problema añadido, además, es que debido a esta situación no hay ni inversión ni financiación para nuevas plantaciones. Muchas de ellas están viejas y, desafortunadamente, no se están plantando árboles del cacao. Y hay que tener en cuenta que después de la sequía que hemos vivido, aunque lloviera, los árboles no se recuperan de inmediata porque han quedado muy dañados.
"Durante muchos años, los agricultores en África que producían cacao han tenido que subsistir con 25 dólares al mes únicamente"
¿Y cómo planea adaptarse Paccari al cambio climático y a la falta de lluvias?
Además de procesar el café en nuestra fábrica en Quito, a casi 3.000 metros de altitud sobre el nivel del mar, nosotros apostamos en Paccari por estar siempre cerca de los agricultores, por un chocolate orgánico de altísima calidad, por la trazabilidad total y por tener acceso a la mejor materia prima del mundo. Nuestro objetivo es crecer de una forma consciente y sostenible. Ecuador es un país con una gran biodiversidad, pero tenemos que adaptarnos también a la falta de agua y utilizar técnicas biodinámicas.
¿Cómo logran competir con gigantes mundiales en el sector como Nestlé o Lindt?
Nosotros no competimos en ningún caso con ellos; nosotros somos el Vega Sicilia del chocolate. No lo mezclamos con leche. Paccari es una marca de chocolate exclusiva, la más premiada del mundo. Desde nuestra fundación hace ya dos décadas acumulamos en total 440 premios. Vendemos un producto premium, el más reconocido de todo el planeta. Trabajamos de cerca con los agricultores para tener acceso a la mejor materia prima del mundo.
¿En cuántos mercado están ya presentes?
Somos la primera marca, desde luego, en Ecuador, donde el 80% del chocolate que se vende es nuestro, pero estamos ya 40 países de todo mundo a través de tiendas gourmet o especializadas. En España, llevamos ya ocho años y vendemos en El Corte Inglés, pequeños establecimientos y online, a través de Amazon. Buscamos un formato gourmet.
¿En qué países son más fuertes a nivel internacional?
En América, además de Estados Unidos o de Canadá, estamos también en países como Panamá o Guatemala. Y Europa, al margen de España, tenemos también una presencia destacada en Alemania, Italia, Reino Unido o Dinamarca. En Francia, en cambio, es mucho más complicado.