
A pesar de contar con 18 establecimientos menos que en 2023, el líder de la distribución en nuestro país, Mercadona, cerró el 2024 con un crecimiento de su cuota de mercado de en torno a dos puntos hasta situarse en el 29,5%, muy lejos de su inmediato perseguidor, Carrefour, que acapara un 7,4% y pierde una décima de participación.
Según el informe "Tendencias del Consumidor 2024" elaborado por la consultora NIQ, el mercado del gran consumo en nuestro país registró el año pasado un crecimiento en volumen de la demanda del 2%, del 4,6% en valor hasta alcanzar unos 122.000 millones de euros y un alza media de precios del 2,5%, datos que reflejan una estabilización tras lamoderación inflacionista de los últimos meses.
En una clasificación de cadenas que no arroja grandes cambios, Lidl se sitúa en tercera posición con una cuota de mercado del 6,7%, seguida de Dia con un 4,7%, Eroski con un 4,4% y Consum con un 3,9% tras registrar el mismo crecimiento que Mercadona. Alcampo (3%) y Aldi (1,7%) cierran una tabla de la distribución donde la cuota de los supermercados regionales se mantiene invariable en un 25% del total del valor del mercado, mostrado la fortaleza de una oferta caracterizada por la proximidad del producto fresco y una fuerte presencia de la marca del fabricante.
En cuanto a la red comercial, Dia sigue liderando la distribución española con 2.288 establecimientos a cierre de 2024, seguida de Mercadona (1.613) y Eroski (1.352) en un ejercicio en el que las enseñas que más crecieron en número de tiendas fueron Carrefour (77), Consum (35) y Aldi (33), frente a El Corte Inglés, que terminó el año con 40 centros menos que en 2023.

Hábitos de compra
En cuanto al comportamiento del consumidor, el informe revela que la marca del distribuidor, aunque creció un 1,3%, lo hizo a un ritmo menor que en los últimos cinco años en los que sus avances superiores al 2% la situaron con un una cuota en valor de mercado del 49%. De hecho, aunque el 58% de los españoles reconocen comprar marcas blancas, según los datos de NIQ, el diferencial de cuota frente a las enseñas del fabricante se redujo el año pasado.
En este sentido, las marcas del fabricante apalancaron un 25,4% de su crecimiento el año pasado en las promociones, cuyo peso aumentó en 1,1 puntos porcentuales, en una dinámica de competencia entre enseñas que se intensificó con el transcurso de los meses, pasando de suponer un 24,6% en el primer semestre al 26% del segundo.
Por categorías, llama la atención que el crecimiento en volumen comercializado fue generalizado en una tendencia que contó con la excepción del retroceso en el consumo de pescado fresco, que cayó un 5,6%, una caída que contrasta con el avance del 8% en los huevos y del 4,9% de la carne. Este comportamiento responde a las estrategias de compra adoptadas por los ciudadanos tras años de inflación.
En primer lugar, el 46% los consumidores reconocieron haber seguido racionalizando sus compras hacia los productos básicos, un 45% buscó referencias de marca blanca y otro 44% se dedicó a cazar promociones. De esta manera, la frecuencia de compra a los establecimientos de la distribución aumentó un 3%, aunque las unidades compradas en cada visita se redujeron un 1%. Este comportamiento se tradujo en un avance del peso de las compras de reposición, las que incluyen menos de cinco productos, hasta el 15% del total de visitas.
Formatos comerciales
En cuanto a formatos comerciales, el valor de las ventas en supermercados y en estaciones de servicio, crecieron un 5% y un 6%, respectivamente, frente a los hipermercados, que perdieron un 2%.
En este aspecto, el informe de la consultora resalta el crecimiento del 8% en perfumerías, pero sobre todo, el fuerte avance del comercio electrónico, que creció un 18% para dejar de ser un canal residual y acaparar un 6,8% del valor del mercado con unos 6.215 millones de euros. Especialmente significativo es el peso del canal online en el global de mercado de categorías como los productos para mascotas (37,4%), cuidado personal (15,3%) y productos para bebés (16,3%).
Para el 2025, la directora general de NIQ para Iberia, Patricia Daimiel, establece una previsión de aumento de en torno al 2% de la demanda en volumen, de entre el 2% y el 2,5% en el gasto, y de entorno al 4,5% en unos precios que se mantendrán pendientes del impacto de los cambios geopolíticos en el coste de determinados insumos y del peso del aceite en una cesta de la compra que el año pasado se siguió resintiendo por unos encarecimientos de doble dígito y que hizo que una cesta media anual fuera unos 500 euros más cara en 2023.