La introducción de la cajetilla genérica de cigarrillos ha puesto en pie de guerra a los estanqueros españoles, que anticipan que el tráfico ilícito se irá al 20% y Hacienda dejará de ingresar como consecuencia del fraude 2.000 millones de euros. En su escrito de alegaciones al Proyecto de Real Decreto que modifica la norma de 2017 por la que se regulan aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y otros relacionados, la Unión de Asociaciones de Estanqueros ha advertido de que la eliminación de las marcas es una medida "completamente ineficaz en la prevención del tabaquismo, tal y como ha quedado claramente demostrado en casos como el de Francia, Irlanda, Bélgica o Australia".
La Unión explica que en Francia, en concreto, pese a contar con esta medida desde 2017, la cuota de tabaquismo está tres puntos por encima de la española, según datos del último Eurobarómetro, y la cuota de tráfico ilícito es, además, la más alta de toda Europa, con más del 30%. Miguel Ángel Martínez, presidente de la Unión de Asociaciones de Estanqueros, apunta, en esta línea que "lo que ha ocurrido en Francia es un claro ejemplo de que no deberíamos seguir el mismo camino porque no han conseguido el objetivo de reducir el tabaquismo y han creado nuevos y más graves problemas ya que el mercado paralelo ha crecido de forma preocupante".
Tráfico ilícito
En España, la tasa de tráfico ilícita apenas llega al 4%, pero según las estimaciones de la Unión, la introducción de la cajetilla genérica y el aumento de la presión fiscal podrían elevar ese porcentaje por encima del 20%, en línea de lo que sucede ya en Reino Unido o Irlanda. "Teniendo en cuenta que el año pasado el Estado recaudó alrededor de 9.000 millones de euros con los impuestos especiales y el IVA, la introducción de la cajetilla genérica podría disparar el tráfico ilícito y eso supondría unas pérdidas fiscales millonarias", asegura Martínez. "Resulta revelador que países que no han adoptado el empaquetado genérico, cuenten con porcentajes de contrabando significativamente inferiores, como, por ejemplo, España, con un 2,8%, Alemania con un 2.1%; Italia con un 1.8%; Suiza con un 4.7% o Suecia, con un 7%", explica el presidente de la patronal de las expendedurías.
Martínez tiene claro que "si se introduce la cajetilla genérica se facilitará la labor de los contrabandistas y falsificadores", teniendo en cuenta, además, que en los últimos años se han desmontado hasta una treintena de fábricas ilegales, controladas por las mafias y que, aunque podrían aquí, hasta ahora enviaban el producto para su comercialización en otros países, como Francia. Según el presidente de los estanqueros, el problema se agravará porque, al margen de la introducción de la cajetilla genérica, habrá un aumento de la presión fiscal. Los impuestos específicos se elevarán, mientras que el tipo proporcional, relacionado con el valor de venta y conocido como ad valorem se reducirá, en un intento de unificar la tributación y asegurar más ingresos para las arcas públicas. Los estanqueros consideran que esto representa un nuevo reto, ya que el impacto de esta subida podría desincentivar a algunos consumidores o incluso, según Martínez, "empujarlos hacia el mercado negro".
Asimismo, otra de las medidas que también rechaza la Unión de Estanqueros es la prohibición de los sabores en los cigarrillos electrónicos. "Según el National Health Service (Servicio Nacional de Salud) del Reino Unido, la evidencia muestra que los vaporizadores de nicotina son en realidad más efectivos que las terapias de reemplazo de nicotina, como parches o chicles. Y la mayoría de los usuarios optan por sabores diferentes al tabaco, por lo que dejarles ese único sabor podría empujarles de vuelta al tabaquismo, buscando el sabor original", explica el presidente de la Unión. Y de igual modo, los estanqueros también se oponen al límite del porcentaje de nicotina permitido en las bolsitas de nicotina. Martínez considera que "si los expertos han establecido que la cantidad que satisface a un fumador frente a un cigarrillo está alrededor de los 17mg de nicotina, no tiene sentido que se prohíba comercializar bolsitas de más de 0,99 mg de nicotina".
Limitar la venta
La Unión de Asociaciones de Estanqueros de España estima necesaria, por otro lado, que la comercialización del cigarrillo electrónico y de los productos relacionados se lleve a cabo de forma exclusiva en comercios especializados como son las expendedurías. "Los estanqueros, como profesionales de la venta de tabaco, aseguran con toda garantía que no venden tabaco u otros productos relacionados a los menores de edad", explica Martínez.
Para la patronal de las expendedurías lo que parece evidente, en cualquier caso, es que si introduce finalmente la cajetilla genérica en España, se incrementa la presión fiscal sobre el tabaco y no se impide la venta de vapeadores en cualquier tipo de establecimiento, habrá estancos que se verán obligados a cerrar ante la falta de rentabilidad como consecuencia del incremento del tráfico ilícito, tanto del contrabando como de las falsificaciones.
La tasa de fumadores baja
España ha registrado, por otro lado, su menor tasa de consumo de tabaco desde que existen registros. En el último año, el 36,8% de la población ha fumado, al menos, un cigarrillo, frente al 39% registrado en 2022. Sin embargo, cada vez están ganando más peso los nuevos dispositivos como los vapeadores y cigarrillos electrónicos. Y es que, ha aumentado su prevalencia, pasando de un 4,1% a un 7,1%, según recoge la última Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES), publicada por el Ministerio de Sanidad. Además, el documento recoge que hasta el 19% de los españoles han usado alguna vez en la vida un cigarrillo electrónico, una vía también para dejar de fumar, mientras que hace dos años ese porcentaje era de solo el 12,1%.