
Josep Ferrer Sala, presidente de honor de Freixenet, falleció esta madrugada a los 99 años. Nacido en Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona) en 1925, el dirigente catalán fue una persona clave en la transformación de la cavista en la empresa que es hoy: fue el promotor de sus célebres anuncios de Navidad e impulsó la internacionalización de la compañía, en particular, y del sector, en general.
La empresa anunció su muerte este miércoles a través de un comunicado y quiso agradecer la dedicación y el legado dejado. Josep Ferrer es miembro de la segunda generación de las familias de Freixenet. Hijo de Pedro Ferrer y Dolors Sala, entró en la empresa en 1947 y asumió la dirección general en 1959. En 1978 fue nombrado presidente hasta 1999, cuando se jubiló como presidente de honor hasta la fecha.
Más allá de las iniciativas operativas llevas a cabo durante sus más de 50 años en la empresa, Ferrer es recordado por dos grandes hitos: los icónicos anuncios navideños y la internacionalización de la marca.
Bajo su operativa se lanzaron las famosas Burbujas de Freixenet, un clásico de cada Navidades durante años, en una serie de campañas publicitarias en las que participaron nombres como Paul Newman, Kim Basinger, Gene Kelly, Gwyneth Paltrow o Liza Minnelli
La internacionalización fue otro de los grandes hitos, cuando las grandes marcas todavía pensaban solo en el marco español. Hoy, más de la mitad de las ventas ya proceden del extranjero. Creó una red de distribución en Estados Unidos y creó un grupo con bodegas en España, Francia, California, México, Argentina o Australia.
Casado con Gloria Noguer en 1956, tiene cuatro hijos: Dolores, Mercedes, José María y Pedro, el actual consejero delegado. "Tuvo el gran mérito, en los años 50, de conseguir impulsar a nivel mundial a una compañía de Cava de Sant Sadurní d'Anoia y, bajo su dirección, el grupo fue pionero en la exportación de vinos espumosos y una de las primeras empresas internacionales del sector vitivinícola", recuerda el actual primer ejecutivo, junto al alemán Andreas Brokemper
Pese a su retirada, Josep Ferrer todavía poseía el 42,75% de las acciones de Freixenet. Junto con José Luís Bonet (7,25%) sumaban el 50% de los títulos de la cavista que se quedaron en manos catalanas. El 50% restante desde 2018 es propiedad de la alemana Henkell.