
Bernard Arnault se sube a la Fórmula 1. El conglomerado de lujo LVMH ha anunciado que se convertirá en uno de los princiaples patrocinadores de la franquicia de automovilismo, con lo que amplía aún más su presencia en el mundo del deporte. El acuerdo, que comenzará a partir del año que viene y tendrá una duración de una década, supone un nuevo paso en la estrategia del grupo no solo para consolidarse en el ámbito deportivo, sino para llegar a una audiencia cada vez más amplia. Según fuentes cercanas al acuerdo consultadas por Financial Times, el patrocinio tiene un valor cercano a los 100 millones de euros anuales.
El contrato involucra a varias de las marca del imperio de Bernard Arnault, el fundador de LVMH, como Louis Vuitton, la marca de lujo más grande del mundo en términos de ventas; Moët Hennessy, su división de bebidas, y la reconocida firma de relojes Tag Heuer. El cierre del acuerdo ha estado liderado por Frédéric Arnault, el cuarto de los cinco hijos del multimillonario francés, que a comienzos de este año ha sido ascendido a jefe de la división de relojería del grupo y que, anteriormente, había ocupado el cargo de director ejecutivo de Tag Heuer. Al igual que su padre, Frédéric Arnault está graduado en la prestigiosa École Polytechnique, una de las principales escuelas de ingeniería de Francia. "Esta oportunidad de expandir nuestros acuerdos comerciales es emblemática de la visión que tenemos para la Fórmula 1, a medida que el negocio continúa creciendo", ha asegurado Greg Maffei, presidente y director ejecutivo de Liberty Media, la empresa estadounidense propietaria de la Fórmula 1. "Esperamos trabajar con Bernard y Frédéric Arnault en los próximos años".
Tal y como está haciendo ahora LVMH, en los últimos años, las marcas de lujo han dirigido su atención hacia el mundo del deporte, con el objetivo de ampliar su audiencia, además de aumentar su popularidad. Tradicionalmente, el sector había estado vinculado a deportes de élite como el salto ecuestre o el tenis. Sin embargo, la relación con deportes más populares como el baloncesto y el fútbol se ha hecho cada vez más frecuente. Con este patrocinio en la Fórmula 1, Arnault marca otro ejemplo de cómo las marcas de lujo buscan expandir su influencia en eventos de gran alcance.
Patrocinio de los JJOO
El interés de LVMH en el mundo del automovilismo llega tras su patrocinio en los Juegos Olímpicos de París, donde la presencia de sus productos fue muy notoria. Los bares servían bebidas de Moët Hennessy, mientras que los atletas ganadores recibían medallas diseñadas por Chaumet, la joyería propiedad de LVMH. Sin embargo, uno de los momentos más comentados fue una secuencia en la ceremonia de apertura en la que se exhibieron baúles con el monograma de Louis Vuitton, lo que generó cierta controversia por la presencia de patrocinadores en espacios que tradicionalmente habían estado libres de publicidad en grandes eventos deportivos .Una estrategia publicitaria
A principios de año, LVMH lanzó asimismo una campaña publicitaria de Louis Vuitton protagonizada por las leyendas del tenis Roger Federer y Rafael Nadal, quienes fueron retratados caminando por la cordillera de los Dolomitas en Italia. Esta campaña sigue la estela de otra lanzada en 2022, donde los futbolistas Cristiano Ronaldo y Lionel Messi aparecían jugando al ajedrez, una imagen que se volvió viral. Estas iniciativas han demostrado la habilidad de LVMH para vincular sus productos con figuras icónicas del deporte mundial, logrando captar la atención tanto de los aficionados como de los medios de comunicación.
Por su parte, la Fórmula 1 ha estado trabajando en expandir su presencia en nuevos mercados y atraer nuevas audiencias. Desde que la empresa estadounidense Liberty Media adquiriera la competición en 2017 por 8.000 millones de dólares, el calendario de carreras se ha ampliado para incluir lugares llamativos como Miami y Las Vegas. Además, la serie documental de Netflix Drive to Survive ha contribuido significativamente al aumento de la audiencia. Uno de los datos más reveladores es el aumento del número de seguidoras femeninas, que ha pasado del 32% en 2018 al 40% en la actualidad. Es un crecimiento ha atraído a patrocinadores dirigidos al público femenino, como la marca de cosméticos Charlotte Tilbury, que este año debutó como patrocinador en la F1 Academy, una competición centrada en mujeres.
Un legado de poder
Los cinco hijos de Bernard Arnault desempeñan roles operativos dentro de LVMH, la empresa controlada por la familia. Todos ellos, a excepción del más joven, Jean, tienen un asiento en la junta directiva del grupo. A principios de este año, Frédéric y Alexandre, este último ejecutivo en la joyería Tiffany, se unieron a sus hermanos en la junta, fortaleciendo aún más la influencia de la nueva generación en el conglomerado. Con este nuevo acuerdo con la Fórmula 1, LVMH refuerza su posición como un gigante no solo en el mundo del lujo, sino también en el del deporte.