La familia Puig, propietaria del grupo de perfumería y cosmética Puig, que salió a bolsa el pasado mes de mayo, gestiona gran parte de su fortuna desde Suiza, Luxemburgo y Países Bajos, tres países con una tributación mucho más favorable que la española. Pese a haber perdido un 20% de su valor desde el salto al mercado, Puig tiene un valor de 11.585 millones de euros y la familia, que controla el 71,4% de los derechos económicos, suma así un patrimonio de casi 8.300 millones.
Los Puig tienen el 100% de la sociedad Puig SL, que controla la totalidad de las acciones de clase A y un 13,8% de los títulos de clase B, que tienen derechos de voto limitados. Los descendientes del fundador de la compañía, Antonio Puig, tienen un 48% del capital de Puig SL a través de una sociedad que está domiciliada en la ciudad suiza de Friburgo, Exea Ventures. Se trata de una operativa totalmente legal, pero que le exime de tener que presentar sus cuentas, por lo que se desconoce cuáles son sus ingresos, activos o pasivos en territorio helvético. Otro 41% del accionariado está en manos de Exea Empresarial, que participada a su vez por cuatro sociedades patrimoniales –Consilium, Valldan, Neuquen y Maveor– , pertenecientes a cada una de las ramas familiares. Estas firmas suman un patrimonio conjunto de cerca de 450 millones. El presidente y CEO del grupo es Marc Puig Guash, que controla su participación, junto con sus hermanos, a través de la primera de ellas Consilium, dueña del 37% de Puig SL.
De acuerdo con los últimos datos presentados en el Registro, la tributación en España de estas compañías no llega ni a medio millón de euros, aunque hay que tener en cuenta que la totalidad de los ingresos proceden del cobro de dividendos, por el que ya han tributado previamente. En cualquier caso, y más allá de lo que aporten a las arcas públicas, las cuatro sociedades presentan en su balance una declaración de bienes en el extranjero, que incluye cuentas, activos financieros y participaciones en sociedades de inversión en capital variable (sicavs) en Suiza, Luxemburgo o Países Bajos. Consilium, controlada por los Puig Guasch, declara, por ejemplo, tener cinco cuentas abiertas en Suiza y otras tantas en Luxemburgo, además de participaciones en sociedades tanto en Países Bajos como en el Gran Ducado.
Valldan, la firma de los Puig Alsina, declara asimismo dos cuentas abiertas en Suiza y participaciones en la sicav Galdana, domiciliada también en Luxemburgo. Y Neuquen, que engloba el patrimonio de los herederos de José María Puig Planas tiene, por su parte, una cuenta en Suiza, otra en Luxemburgo, e imposiciones a largo plazo y warrants también en éste último país. En el caso de Maveor, aunque las últimas cuentas disponibles en Informa corresponden al ejercicio 2018, ese año declaraba tres cuentas abiertas en Suiza y participaciones y activos también en Luxemburgo. En conjunto, las cuatro ramas familiares gestionan su fortuna con una veintena de sociedades. Las cuatro grandes patrimoniales están controladas a su vez por otras entidades propiedad de cada uno de los primos y herederos del fundador. El grupo Puig cerró el último ejercicio con una facturación de 4.303 millones de euros, un 19% más que el año anterior, con crecimiento de dos dígitos en todos los segmentos y áreas geográficas.
El beneficio neto también ha aumentado, un 16%, hasta los 465 millones. Estas cifras permiten a Puig haber alcanzado antes de tiempo los objetivos que se marcó en su último plan estratégico, así como la recién salida a bolsa con una valoración inicial de 14.000 millones. El beneficio neto de la compañía catalana de belleza se contrajo, no obstante, un 26% en el primer semestre del ejercicio, pasando de los 209 millones de euros registrados en los primeros seis meses del 2023 a los 154 millones que ha conseguido en el mismo periodo de este año. Y todo ello a pesar de que las ventas han aumentado cerca de un 10%, hasta los 2.171 millones de euros.
Caída en bolsa
El precio de las acciones de la compañía al cierre de ayer es de 20,31 euros por título, lo que supone una caída del 20,4% frente a los 25,54 euros de su debut bursátil. Sus primeros resultados como cotizada en el Ibex 35 el pasado 6 de septiembre provocaron algunos recortes en las valoraciones por partes de algunos analistas. Entre ellos, Alantra, Oddo BHF, Goldman Sachs y Grupo Santander, que ven las acciones de la compañía por debajo de los 30 euros. El grupo, que registró un desplome en su cotización tan solo ese día del 13,7%, atribuye la caída de sus beneficios a los costes de su salida a bolsa. Puig ha perdido ya casi 2.410 millones de su valor de mercado y sitúa su capitalización en los 11.585 millones. En este punto, serán determinantes la calidad de las cifras de los primeros trimestres de 2025 para ver que ocurre en bolsa.