
Comportamiento dispar de la industria aceitera española en los mercados internacionales. Mientras que las ventas a Estados Unidos, uno de los países donde más se está incrementando el consumo, las ventas han subido en el primer semestre un 20,5%, hasta las 70.000 toneladas, en China caen durante ese mismo periodo un 42,8%. Es un dato llamativo que, sin embargo, tiene una explicación. Y es, como dice, Rafael Pico, director general de la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva), "las subidas de los precios no afectan por igual a los mercados maduros, como Estados Unidos, Alemania, Francia o Reino Unido, que a los nuevos, como China, donde el producto todavía no está asentado".
El consumidor norteamericano tiene un poder adquisitivo mayor que el chino y es, por lo tanto, menos sensible al encarecimiento que ha registrado el aceite de oliva en los últimos dos años. Eso, al margen de que el producto cuenta con una imagen saludable y de calidad muy consolidada, lo que provoca un mayor grado de fidelidad por parte de los norteamericanos. Todo lo contrario de lo que ocurre en China, donde los consumidores son más proclives a sustituir el consumo del aceite de oliva por cualquier otra grasa ante una subida de los precios.
Tanto en Estados Unidos como en China, España está consolidando su liderazgo en el mercado. En el caso norteamericano, las ventas de aceite español rondan ya en el primer semestre las 70.000 toneladas, 10.000 más que Italia, con lo que logra al cierre de junio una cuota sobre el total de las importaciones de 195.800 toneladas, un 35,45% más que un año antes. Es un hecho especialmente relevante porque se produce, además, en un momento en el que los precios están subiendo y en el que por primera vez en la historia, España está vendiendo su aceite más caro que Italia.
Récord en Norteamérica
El encarecimiento del producto han propiciado, de hecho, que las empresas hayan alcanzado una facturación récord en estos primeros seis meses del año en Estados Unidos, superando los 611 millones de euros, un 105% más que en el mismo periodo del año pasado, elevando la cuota, sobre el valor total de las importaciones realizadas por dicho país al 37,60%."A este ritmo, es muy posible que Estados Unidos supere las 400.000 toneladas de aceites de oliva importados. Eso significa que ese país puede convertirse en el primer consumidor del mundo, superando a España y a Italia.
Así, es fácil entender la trascendencia ese mercado tiene para nuestro sector", asegura Pico, que además de ser director de Asoliva es el responsable de Promoción Exterior de la Interprofesional del Aceite de Oliva. En China, aunque es cierto que las ventas caen, lo hacen sin embargo en mucha menor proporción que las del aceite italiano, que registran un desplome del 74%, lo que permite a las empresas españolas seguir ganando participación. Rafael Pico advierte, no obstante, que la situación de los mercados internacionales sigue siendo todavía complicada porque debido a la subida de los precios las ventas han bajado un 38% en volumen. Es algo que, gracias a la promoción exterior, en cualquier caso, se está revirtiendo.