Valencia
Chic-Kles Gum, el fabricante de los chicles que venden los supermercados de Mercadona, ha dejado atrás definitivamente la crisis provocada por la obligación de usar las mascarillas durante la pandemia. El uso de ese instrumento de protección había provocado en los últimos años un desplome del consumo de sus productos, debido a la incomodidad de masticar con las mascarillas.
El año pasado la empresa valenciana alcanzó una facturación de 51,2 millones de euros, un 23% más que en 2022; con un total de 70,1 millones de unidades de producto vendidas, un 13,8% más.
Según explica, a pesar de que el primer trimestre del año aún se vio afectado por la obligatoriedad del uso de las mascarillas en algunos espacios interiores y medios de transporte públicos, la compañía ha logrado superar el impacto de esta coyuntura y mejorar incluso los volúmenes prepandemia de 2019.
Esa mejora también le ha permitido alcanzar un beneficio neto de 1 millón de euros. La firma señala que la tendencia se mantiene durante los primeros meses de 2024 y que confirma el impulso y consolidación de su actividad.
Más empleo e inversiones
La compañía también ha incrementado su plantilla un 17%, con la creación de 28 puestos de trabajo de calidad que elevan el total de la plantilla a 196 personas. Asimismo, ha reforzado el volumen de sus inversiones, que al cierre del año han sido de 2,5 millones de euros, un 67% más que en 2022, y que se han destinado a introducir mejoras de eficiencia y productividad, así como al lanzamiento de nuevos productos.
Chic-Kles Gum lidera el mercado de chicles en España como fabricante y proveedor de Mercadona, y cuenta ya con presencia en otros países de Europa, Asia y América tras su reciente salida a los mercados internacionales. La compañía ha ido progresivamente construyendo y ampliando sus fábricas de envasado y producción, que ya superan los 20.000 metros cuadrados. Desde el inicio de su actividad, en 2009, ha invertido un total de 55 millones de euros.