Desde el próximo 1 de julio, el IVA del aceite de oliva pasará a ser del 0% (en lugar del 5% actual) como medida contra la elevada inflación que atraviesa el oro líquido. Así, este producto estará gravado con el tipo superreducido hasta octubre, cuando pasará a ser del 2%, y hasta final de año, cuando regresará al 4%.
Esta medida, aprobada por el Consejo de Ministros el pasado martes, busca aliviar la factura de la compra de los consumidores y fomentar el consumo de una de nuestras joyas gastronómicas rebajando su precio final. Pero, ¿en qué se traduce esta medida?
Alrededor de los 50 céntimos
Actualmente, el litro de aceite de oliva se puede encontrar en los canales de distribución a un precio superior a los 8 euros, y por lo general cercano a los 10 euros. Por ello, al retirar el gravamen del 5%, supone que el precio disminuye aproximadamente algo menos de 50 céntimos.
Por poner algunos ejemplos, el Aceite de oliva virgen La Almazara del Olivar, a la venta en DIA por 8,95, pasaría a tener un precio de 8,50 euros; en Eroski, el Aceite de oliva virgen extra, que se vende actualmente por 9,65 euros, pasaría a tener un precio de 9,17 euros.
No obstante, si el aceite sobrepasa los 10 euros, ese 5% se traducirá en una cuantía mayor. Así, en Carrefour, el Aceite de oliva virgen extra Maestros de Hojiblanca, a un precio actual de 14,95 euros, pasaría a lucir un precio de 14,20 euros (75 céntimos de diferencia).
No obstante, puede que estas conversiones no sean las que, llegado el 1 de julio, veamos en las tiendas, puesto que otras rebajas del IVA anteriores no han tenido el efecto teórico deseado.