Retail - Consumo

Las turcas Arçelik y Vestel se lanzan a por los electrodomésticos españoles

  • Midea se arriesga tras la compra de Teka a perder el suministro para Fagor, Edesa o Rumba
  • Las grandes marcas del sector estudian posibles  alternativas para garantizarse el suministro 
La sede de Teka

El gigante chino Midea se arriesga a perder en España decenas de contratos de fabricación de electrodomésticos tras la compra de Teka, abriendo así la puerta a los gigantes turcos Arçelik y Vestel, que se preparan ya para lanzar su propia ofensiva. Según confirman distintas fuentes del sector, Midea está produciendo ahora frigoríficos, lavadoras, lavavajillas o microondas para compañías como CNA, propietaria de marcas como Edesa o Cata; Amica, que distribuye Fagor; Cecotec, la dueña del robot aspirador Roomba; Infiniton o Balay.

Midea, que estaba presente ya en España con su propia marca gracias a un acuerdo con Frigicoll, se hace tras la compra de Teka con el control de una gran parte del mercado, lo que está provocando temores y recelos en el mismo. "Tenemos que plantearnos seriamente si seguimos trabajando con ellos porque podemos quedar en una situación de dependencia absoluta que tampoco nos interesa", explica un alto directivo del sector. Entre las grandes empresas admiten que existe también la posibilidad, no obstante, de que sea la propia Midea la que opte por replantearse su estrategia y en lugar de seguir trabajando para terceros opte por potenciar tanto Teka como su propia marca.

Si quisiera, capacidad de producción, en cualquier caso, tiene de sobra para producir tanto sus marcas como las de terceros. Pase lo que pase finalmente, lo que resulta evidente es que tanto Arçelik como Vestel tienen una gran oportunidad por delante para acelerar durante los próximos años su crecimiento en España, donde ya cuentan con sociedades filiales. Arçelik, propietaria de marcas como Beko, Grundig o Indesit, llegó el año pasado a un acuerdo con la estadounidense Whirlpool para crear una nueva empresa con un volumen de ventas estimado en 6.000 millones de euros, en la que la turca controla el 75% del capital y la norteamericana el 25% restante.

Alianza con Whirlpool

Whirlpool aportó a esta sociedad su división europea, menos el robot de cocina KitchenAid, mientras que Arçelik sumó sus grandes electrodomésticos, electrónica de consumo, aires acondicionados y pequeños aparatos electrónicos. Vestel, que trabaja fundamentalmente con licencias de terceros, distribuye, entre otras, marcas como Vestfrost, Dikom o Laurus. El mercado de los electrodomésticos pasará así a estar dominado por los gigantes chinos y turcos. Midea, que alcanzó el año pasado una facturación de 372.037 millones de yuanes (47.072 millones de euros al cambio actual), un 8,18% más –su resultado después de impuestos aumentó un 14%, hasta 33.719 millones de yuanes (4.266 millones de euros)– parece decidida, de hecho a crecer vía adquisiciones. De hecho, la operación de compra de Teka no es la primera que el grupo asiático hace en Europa.

En 2016 adquirió así, por ejemplo, el fabricante de robots alemán Kuka y la empresa italiana de aires acondicionados Clivet. Su desembarco en Teka no será fácil. La empresa cántabra, propiedad del empresario alemán Maximiliam Brönner, aún no ha publicado las cuentas ni de 2022 ni de 2023, pero arrastra fuertes números rojos y se ha visto obligada a tener que pagar al contado ante las reticencias de sus proveedores a suministrarle producto por las dudas sobre su capacidad de pago. CréditosLos nuevos créditos aprobados por la banca en diciembre se sumaron a la refinanciación de la deuda en julio del año pasado, por un importe total de 96 millones de euros, extendiendo los vencimientos hasta el año 2028.

Con el objetivo de facilitar la venta, Teka decidió trocear el año pasado su negocio. La empresa asegura que cerró el año pasado con una facturación bruta de 600 millones y un ebitda ajustado del 7%, "cifra particularmente positiva en una época de ajustes del mercado tras el Covid y los impactos en las cadenas de suministro".Teka contrató a HSBC para la búsqueda de un comprador de su división de electrodomésticos –Ashurst ha actuado como asesor legal– y al banco estadounidense Lincoln International para traspasar sus filiales Strohm, especializada en grifería de baños, y Thielmann Portinox, un fabricante de barriles de cerveza.

En su informe de auditoría correspondiente a ese año, EY alertaba ya de la "existencia de una incertidumbre sobre la capacidad del grupo para seguir como empresa en funcionamiento" ante el previsible incumplimiento de los ratios financieros acordados con sus acreedores y las dificultades para hacer frente a los vencimientos de deuda, algo que se resolvió, al menos temporalmente, con la refinanciación y los nuevos préstamos para circulante. La situación, en cualquier caso, no es fácil y en los últimos años Teka se ha visto obligada ya a llevar a cabo varias refinanciaciones.

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