
El Gobierno lanza un salvavidas a Freixenet para evitar el ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) anunciado como consecuencia de la sequía y la caída de la producción. El secretario general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Fernando Miranda, ha anunciado que el Ejecutivo se ha reunido con el consejo regulador para facilitar su petición de utilizar uvas que se encuentran en parcelas situadas dentro del territorio de la D.O. Cava, no inscritas en el registro de explotaciones vitícolas del Consejo Regulador, con un máximo de hasta un 15% en la producción de cada bodega elaboradora.
Freixenet cifra en un 30% la caída de la producción y para hacer frente a la falta de materia prima ha presentado un expediente de regulación temporal de empleo que afecta para 615 trabajadores que entrará en vigor a partir del mes de mayo. La compañía recupera así los despidos temporales que ya utilizó durante la pandemia.
Miranda ha explicado que "teniendo en cuenta la fuerte demanda existentes en el mercado, desde el consejo regulador se nos ha planteado la posibilidad de poder utilizar de forma excepcional uvas para la elaboración de cava que no están catalogadas dentro de la denominación de origen y es algo en lo que estamos trabajando". La denominación de origen de cava incluye 160 municipios de las provincias de Barcelona (63), Tarragona (52), Lleida (12), Girona (5), La Rioja (18), Álava (3), Zaragoza (2), Navarra (2), Valencia (1) y Badajoz (1).
El secretario de recursos agrarios ha mostrado además el apoyo del ministerio a la petición de Fiab de que la industria pueda utilizar aguas reutilizadas, con las debidas garantías de seguridad sanitaria, para tareas de limpieza de superficies, objetos y materiales susceptibles de entrar en contacto con los alimentos.
Incertidumbre
Freixenet, propiedad del grupo alemán Henkell y la familia Ferrer, terminó 2023 con unos ingresos de 1.230 millones de euros, el 4,1% más que en 2022. No obstante, y a pesar de esta subida, la empresa ya expresó sus dudas sobre el devenir de esta campaña "debido a la incertidumbre provocada por la falta de materia uva derivada de la fuerte sequía que nos viene afectando desde el 2021 y con especial afectación en 2023 en la zona de El Penedès", según destacó Pedro Ferrer, co-CEO Freixenet.
Las previsiones apuntan, en concreto, a que la falta de agua recorte un 30% la capacidad de producción del cava después de que en 2023 ya se perdieron 80 millones de botellas por este motivo. "Viendo que la demanda mundial de cava está en auge y que no podemos producir suficientes botellas para satisfacerla adecuadamente a corto plazo, la situación es realmente complicada a todos los niveles" explica Ferrer.