
Madrid también produce leche de vaca y no quiere dejar de hacerlo. Por ello, cuatro granjas madrileñas se han unido en una cooperativa llamada Leche Madriz, cuyo objetivo es que la población local consuma leche de proximidad y, sobre todo, potenciar el maltrecho sector en la Comunidad de Madrid. Y es que hace solo una década había en la región un centenar de ganaderías, de las cuales solo quedan 26.
Las cuatro granjas de la cooperativa cuentan con cerca de 2.200 vacas, de las cuales aproximadamente la mitad son lecheras. Producen el 24% de la leche de la Comunidad de Madrid, unos 8.500 litros cada día (más de 34.300 litros entre las cuatro), lo cual se traduce en cerca de 12.500.000 litros de leche cada año.
El clásico eslogan madrileño que reza "de Madrid al cielo" lo han hecho suyo promotores de la nueva marca de leche, aunque también lo han modificado a demanda para mencionar que su producto "te llevará al cielo". En los briks son aún más rotundos con la procedencia de la leche, ya que la como "Leche 100% madrileña".
Villa del Prado, Griñón, Leganés y Valdemoro
La leche Madriz está a la venta en algunas grandes superficies de la Comunidad de Madrid desde finales de enero. Hiper Usera es uno de los establecimientos que la dispensa. Las ventas comenzaron únicamente con leche entera UHT, pero ya se están introduciendo también bricks de leche desnatada y semidesnatada.

Las cuatro granjas ganaderas que han propiciado la nueva marca cuentan con el certificado de Bienestar Animal y producen en la comunidad de Madrid. Se encuentran en las localidades de Villa del Prado, Griñón, Leganés y Valdemoro. El proyecto nació en 2022 cuando estos ganaderos tuvieron que enfrentarse a una crisis de precios sin precedentes que provocó la subida de todos los costes de producción, desde el agua, la electricidad o el transporte hasta el alimento para el ganado.
Los márgenes se redujeron como nunca y el clásico "la unión hace la fuerza" contribuyó poderosamente a que se concretara la cooperativa y naciera la nueva marca de leche Madriz que plantara cara a la realidad. Y es que en los últimos 40 años el PIB de este sector ha bajado de un 11% al 2,6%.
"La leche tiene mucho trabajo"
La intención de los integrantes de la cooperativa es ir incrementando la producción lechera progresivamente y para ello lo primero es consolidar la marca, para lo cual los ganaderos agrupados en cooperativa deberán salvar numerosas dificultades que juegan en su contra.
"Las nuevas generaciones no quieren trabajos 24/7, todos los días del año. Así que los hijos de los ganaderos no quieren seguir con un negocio tan sacrificado", asegura Alvaro Peironcely, gerente de Leche Madriz. En la nueva marca son conscientes de que el negocio deja pocos márgenes, pero confían en que el proyecto llegue a buen puerto:
"Si no hay un proyecto como este de Leche Madriz, que aporte ilusión y contenga los mecanismos para que se pague un precio justo, el futuro del sector es incierto. En general, creo que se está menospreciando el sector de los lácteos. No somos conscientes del proceso necesario para su producción. La leche tiene mucho trabajo por detrás: producción, reciclaje, envasado, briks logística y almacenamiento… Esta es otra de las razones por las que ha surgido el proyecto, para conseguir que las ganaderías no se extingan en Madrid".

"Leche moderna"
Otra de las ideas de los mentores de Leche Madriz era desarrollar una leche local "con una imagen moderna y de carácter juvenil". Además, están abiertos a otros ganaderos que quieran sumarse a la iniciativa: "No cerramos las puertas a ninguna ganadería que quiera sumarse al proyecto", añade Peironcely.
La cooperativa tampoco descarta comercializar leche fresca y otros productos lácteos, como los yogures; y estudia incorporarse al canal Horeca, que agrupa al sector hostelero, con una oferta de productos específicos. No toda la producción de las cuatro granjas se destina actualmente a Leche Madriz, "pero sí es nuestra intención incrementarla cada vez más, a medida que avance el proyecto".
Otro de los grandes objetivos es generar un sistema de economía circular en los municipios donde se ubican las granjas y eludir la mediación de otros actores en sus transacciones. Para ello, las cuatro granjas disponen de un alto nivel de tecnificación y todas las vacas están monitorizadas gracias a un collar.