En pocos años, la población ha adquirido una gran sensibilidad sobre las desventajas de beber agua un día tras otro en una botella de agua de un solo uso. En su lugar, cada vez es más habitual ver botellas de agua reutilizables en oficinas, entornos escolares o deportivos, entre muchos otros.
A la hora de escoger una botella para que nos acompañe a largo plazo, existen múltiples opciones: de aluminio, de vidrio, de policarbonato... Y sin embargo, no todas son igual de respetuosas con el medio ambiente.
Un análisis llevado a cabo por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado el ciclo de vida de varias botellas reutilizables diferentes, compuestas de diferentes materiales. En concreto, la organización ha estudiado el impacto de la botella desde su fabricación, distribución y uso hasta su eliminación al final de su vida útil.
La principal conclusión de la organización es que, a diferencia de lo que cabría pensar, las botellas reutilizables con menos impacto son las de polietileno (PE), frente a las de acero inoxidable de dos capas, que se encuentran en el polo opuesto.
La de polietileno, la más respetuosa
De hecho, para que la botella de acero tuviera el mismo impacto que la de polietileno, habría que usarla 69 años más. ¿El motivo? "Se necesita mucha energía para extraer la materia prima necesaria para fabricar el acero y también para fundirlo. Y durante su fabricación también se generan muchos residuos que tienen potencial riesgo carcinogénico en las personas", explica la organización.
La botella de polipropileno, por su parte, tendría que usarse un mes más en comparacion con la de polietileno; la de policarbonato, 2 meses más; las de tritán y PCTG, 4 meses más y la de silicona, 5 meses más.
La de aluminio de una capa, en cambio, posee un impacto considerablemente mayor, puesto que para equipararse habría que utilizarla 37 meses más, mientras que la de vidrio, 41 meses más.
