
El año 2023 no fue bueno para el campo, sobre todo por los episodios de sequía, y los altos costes de producción. Y 2024 comienza con muchas incertidumbres en el sector, especialmente para los pequeños y medianos agricultores de Aragón, que encadenan dos años de sequía y con la meteorología como uno de los principales puntos que genera inquietud, al igual que la geopolítica.
Una situación ante la que UPA Aragón ha pedido que se realicen ajustes en la Política Agraria Comunitaria (PAC) para adaptarla a la realidad del campo aragonés. Entre las medidas propuestas por la organización agraria figuran la posibilidad de realizar tratamientos en barbechos, llevar a cabo labores superficiales en determinados casos, mantener la reducción de los porcentajes mínimos obligatorios de superficie rotada o bien se haga una revisión al alza de la admisibilidad de pastos para favorecer la ganadería extensiva.
"Son medidas muy necesarias para los agricultores", explicaba el secretario general de UPA Aragón, José Manuel Roche, quien ha incidido en que el sector tiene otros retos ante sí en 2024. En este sentido, ha apuntado la necesidad de que se sigan ampliando el apoyo público a los sectores afectados por la crisis climática, los costes de producción y los problemas de mercado.
Además, ha incidido en reforzar las políticas de despoblamiento, con especial foco en los jóvenes y las mujeres, así como los grupos de población más vulnerables y necesarios para garantizar el futuro del medio rural.
Roche igualmente ha considerado la importancia de contar en 2024 con la Ley de la Agricultura Familiar en Aragón aprobada en la pasada legislatura. Y, en caso de tener que hacer modificaciones, ha abogado por dar pasos para mejorarla.
En su opinión, "junto a la Ley de la Cadena Alimentaria, esta norma debe seguir reforzándose para asegurar su cumplimiento", al igual que debe suceder con la primera PAC orientada a proteger este modelo de agricultura familiar.
Balance 2023
Los retos del campo aragonés en 2024 han sido puestos de manifiesto durante la presentación del balance agrario y ganadero de UPA en Aragón correspondiente al año 2023. Un ejercicio que ha estado marcado por la crisis climática y los costes de producción, la consolidación de la Ley de la Cadena Alimentaria y la aplicación de la nueva PAC.
Roche ha calificado el 2023 como el peor año de la historia desde que hay registros en lo que respecta a la meteorología. El informe, que ha definido como "descorazonador", pone de manifiesto que la caída de la cifra global de la renta en Aragón se ha visto amortizada por el el comportamiento de los sectores de las frutas y hortalizas y el porcino. Las pérdidas más importantes se han concentrado en sectores tan importantes como el cereal o el viñedo, con reducciones de hasta el 50% del valor de la producción.
"Estos efectos repercuten en toda la cadena alimentaria en forma de encarecimiento de los precios a los consumidores", ha señalado. Además, el representante de UPA Aragón ha manifestado que las inclemencias meteorológicas experimentadas como la sequía, las tormentas o las heladas "han disparado las cifras de los seguros agrarios tanto en contratación como en indemnizaciones, así como las subvenciones, que son las mayores de la historia al sufragar hasta el 70% de los costes".
En cuanto a la Ley de la Cadena Alimentaria ha considerado que tiene un "efecto positivo" con la puesta en marcha de las sanciones públicas y el nuevo registro de contratos.
Por el contrario, ha lamentado que el primer año de aplicación de la nueva PAC haya supuesto "un enorme esfuerzo para los técnicos de las organizaciones agrarias, que se han encontrado con numerosas dificultades en la tramitación".