
Bacardí reestructura su deuda con nuevas líneas de financiación por 1.400 millones de dólares (unos 1.300 millones de euros). El holding que agrupa el negocio, Bacardí Martini BV, domiciliado en Países Bajos, firmó el pasado 24 de marzo, dos líneas distintas. Se trata, en concreto, de un préstamo sindicado de 400 millones de dólares y vencimiento en marzo de 2026 y una línea de crédito de otros mil millones más, que vence en marzo de 2028 y que sustituye a otro con el pago previsto para 2025.
Ambos se han firmado conjuntamente con la empresa matriz del grupo, Bacardí Martini & Rossi Holdings, domiciliada en Curaçao, un paraíso fiscal. Al cierre del último ejercicio el pasado 31 de marzo, la matriz había dispuesto ya de 250 millones de dólares pero no se había utilizado aún la nueva línea de financiación de 1.000 millones.
En junio de este año, la empresas de Bacardí en Países Bajos, junto con la matriz, emitió asimismo 800 millones de dólares (730,8 millones de euros) de bonos senior no garantizados en una colocación privada dirigida a inversores institucionales, según se explica en sus últimas cuentas anuales, remitidas al Registro Mercantil neerlandés. De este total, 400 millones de dólares tienen un tipo de interés del 5,25% y un vencimiento a enero de 2029. Además, el resto de estos bonos vence en 2043 con un tipo de casi el 6%. El objetivo de estos pagarés era saldar un préstamo puente por 675 millones de dólares.
Entramado societario
La empresa de bebidas alcohólicas controla su negocio a través de varias sociedades domiciliadas en paraísos fiscales y Estados que ofrecen ventajas por su baja tributación. La matriz final del negocio está Islas Bermudas, desde donde controla a la sociedad en Curaçao, que a su vez es dueña del holding en Países Bajos. De ella cuelgan todas las demás filiales a nivel mundial. Curaçao entró este año en la lista gris de la Unión Europea, pues se ha comprometido a modificar su legislación para cumplir con la normativa comunitaria, aunque sigue por ahora estando considerado como un paraíso fiscal.
Fundada en Santiago de Cuba en 1862 por el español Facundo Bacardí Massó, la empresa se marchó tras la revolución encabezada por Fidel Castro en la década de los cincuenta del pasado siglo. A partir de ahí, fue configurando todo el entramado societario, que condujo incluso a los herederos de fundador a llevarse su patrimonio a Bahamas, donde cuenta con tres sociedades, de acuerdo con una investigación llevada a cabo por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
Bacardí logró unos ingresos de 5.471 millones de dólares (casi 5.000 millones de euros) en el ejercicio 2022/2023, un 5,5% más que el año anterior. Además, el beneficio también se ha incrementado, pasando de 112,9 millones de dólares (103,1 millones de euros) a 238,3 millones de dólares (217,7 millones de euros). En España, la filial aún no ha presentado las últimas cuentas pero acabó el año anterior con ventas de 162 millones de euros y un resultado de 4,8 millones, un 50% menos.