
El futuro Reglamento sobre plazos de pago de la Comisión Europea, que establecerá un plazo máximo de 30 días para abonar las facturas a los proveedores, ha desatado una batalla entre las pymes y las cadenas de supermercados. A finales de octubre Eurocommerce, la patronal europea del comercio, emitió un comunicado en el que aseguraba que esta medida "elimina una flexibilidad esencial en las negociaciones contractuales", amenaza con provocar un "déficit financiero estimado en unos 150.000 millones de euros" y dificulta la posibilidad de ofrecer precios más asequibles.
Son datos que han provocado un profundo malestar entre las pymes, que agrupadas en la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM) no han tardado en responder. Esta organización, que agrupa a entidades que en conjunto, según dicen, representan a cerca de un millón de empresas y dan empleo a 4,5 millones de trabajadores y autónomos, asegura que esa supuesta asfixia financiera de la distribución "es irreal".
Frente a lo que opina Eurocommerce, el presidente de la PMcM, Antoni Cañete, asegura que, hasta la fecha, "la parte más importante de este coste corre a cargo de las pymes y autónomos y debe tenerse en cuenta que las empresas de mayor tamaño son las que peor pagan", recordando que "las pymes, en el momento en el que cobren en plazo, no van a necesitar esa financiación, ni financiar su circulante, ni descontar confirming a 140 días". Concretamente, sobre esta forma de pago, Cañete explica que los plazos del confirming nunca están dentro de los 60 días legales", y que quien tiene acceso a emitir esas líneas de crédito son "las empresas de mayor tamaño, no las pequeñas". Según la Asociación Española de Factoring, el importe financiado por confirming en 2022 de todos los sectores en España alcanzó los 130.000 millones de euros, lo que supuso el 9,8% del PIB. A esto se suma el hecho de que "las grandes distribuidoras minoristas cobran de sus clientes al contado, generando enormes flujos de caja positivos, que no revierten con la misma rapidez a sus proveedores, generalmente pymes y autónomos", añade Cañete.
La PMcM recuerda que las medidas antimorosidad que rechaza el sector del retail se están tomando para toda la UE, en EEUU y en otros países occidentales. De forma generalizada, se están buscando medidas adicionales para mejorar los plazos de pago. Los altos niveles de inflación y tipos de interés son un aliciente para empeorar los plazos de pagos a los proveedores.
Ante esta situación, el presidente de la PMcM manifiesta que la petición del sector retail es "la mejor prueba de que la legislación española no se está cumpliendo: los proveedores no cobran dentro del plazo máximo legal de 60 días". Para Cañete, el nuevo reglamento europeo, que será de obligado cumplimiento, marcará un "hito histórico sin precedentes, por el que hemos estado trabajando de forma permanente; estamos muy orgullosos por haber contribuido significativamente con nuestras propuestas y reivindicaciones, y del que se beneficiarán millones de autónomos y pymes en toda Europa, que son los que más sufren la lacra de la morosidad". No obstante, advierte también que las sanciones son "imprescindibles" para reducir los plazos de pago. "Un régimen sancionador es el único camino para acabar definitivamente con la morosidad", asegura de forma contundente.
Eurocommerce mantiene, en cambio, que "el efecto dominó afectará negativamente a la competitividad del comercio" e insiste en que "para abordar eficazmente el problema real de la morosidad es necesaria una solución proporcionada". Aunque Bruselas insiste en que se trata de una medida para aliviar los problemas de caja de las pymes, el sector de la distribución insiste en que va a ocasionar justo lo contrario de lo que se pretende ya que es un sector que agrupa en Europa a cinco millones de empresas, lo que equivale a una de cada cinco empresas y a una de cada cuatro pymes. "El sector presta un servicio esencial a consumidores y empresas de toda Europa. Es el primer empleador privado, proporciona 26 millones de puestos de trabajo a los europeos y desempeña un papel clave en el mantenimiento de centros urbanos atractivos, apoyando a las comunidades locales y ofreciendo puestos de trabajo locales", recuerda Eurocommerce.
Golpe financiero al comercio
El recorte en los plazos de pago, con el que la Unión Europea pretende solventar los problemas financieros de las pymes, supone así un golpe añadido al sector del comercio, según la patronal europea, en un momento muy delicado, después de haber sufrido en los dos últimos años una fuerte erosión de los márgenes y tener que hacer frente en los próximos años a inversiones muy costosas. Un informe elaborado por la consultora McKinsey para Eurocommerce pone de manifiesto que el sector tendrá que invertir, en concreto, hasta 615.000 millones de euros en los próximos años en sostenibilidad, digitalización y desarrollo del talento.
El comercio encara además la recta final del año, con el Black Friday y la campaña de Navidad por delante, con el consumo en caída y sin perspectivas de que la situación vaya a mejorar. Aunque las previsiones apuntan a un incremento de la facturación por la subida de los precios, las empresas coinciden en que en volumen la situación será muy distinta. De hecho, todos los indicadores muestran ya ratios en rojo. Los datos de NIQ muestran una caída en volumen del 0,2% en los nueve primeros meses; el barómetro de la patronal textil Acotex refleja una caída de las ventas.