
Como tantos otros eventos o celebraciones, el Black Friday no es una costumbre originada en nuestro país. Sin embargo, poco a poco se ha ido arraigando, y ya sea por anticiparse a las compras navideñas y ahorrar, o simplemente por capricho, cada vez más consumidores se anotan esta fecha en el calendario.
Tanto durante el propio viernes negro como los días previos, infinitud de páginas web de venta online se llenarán con carteles de ofertas. Y aunque no hagamos búsquedas específicas, la publicidad se encargará de hacernos llegar jugosas ofertas, según nuestros propios intereses. Pero en internet no es oro todo lo que reluce.
Por desgracia, algunas de estas páginas aprovecharán el clima de ofertas generalizadas para anunciar ofertas irrechazables y, con ellas, colar estafas y fraudes. Por ello, desde el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) han puesto en marcha la campaña de concienciación Compra Cibersegura, mediante la cual pretenden dar a conocer a la ciudadanía "todos los aspectos necesarios para que sus compras online a final de año acaben sin sustos".
Según explica el instituto, los riesgos más habituales asociados a las compras online son el robo de datos personales (al introducirlos en webs fraudulentas), las estafas económicas (si se facilitan datos bancarios) o el envío de artículos falsificados o en malas condiciones (si no se contrasta la información o detalles de los artículos de la web).
Detectar tiendas fraudulentas
Más allá de estos consejos, la mejor manera de evitar fraudes es comprar en tiendas oficiales, a las cuales otorgamos legitimidad y confianza. Por ello, desde INCIBE han recopilado algunas pistas para advertir tiendas fraudulentas:
- Falta de información de contacto: si la tienda no proporciona una dirección, un número de teléfono o una dirección de correo electrónico, no es buen indicador.
- Precios demasiado buenos para ser ciertos: si un producto tiene un precio significativamente más bajo que en otras tiendas, podría tratarse de una estafa. Del mismo modo, si la tienda oferta artículos exclusivos o únicos a precios muy bajos.
- Errores gramaticales y de diseño en el sitio web: los sitios web mal diseñados o con errores gramaticales suelen indicar que se trata de una tienda no confiable.
- Enlaces rotos o que redirigen a la página principal: es habitual en las webs fraudulentas mostrar secciones o apartados inexistentes, que luego no conducen a ningún contenido concreto.
- Perfiles de redes sociales inexistentes: la mayoría de sitios web disponen de canales de redes sociales. Por ello, si en la web no hay referencia a los mismos, o los iconos redirigen a perfiles que no corresponden con la tienda online o carecen de actividad, mantente en alerta.
- Uso de titulares impactantes, conocidos como clickbait, para redirigir a páginas específicas: muchos sitios web utilizan títulos y descripciones engañosas para atraer a los clientes a comprar sus productos. Se debe leer detenidamente la descripción del producto y compararlo con otras ofertas antes de tomar una decisión de compra.
Comprobar antes de comprar
Antes de ejecutar la compra, INCIBE recomienda llevar a cabo las siguientes prácticas:
- Buscar reseñas y opiniones de otros clientes.
- Comprobar que el sitio web tenga un candado en la barra de direcciones y que comience por "https://". Así, la web garantiza que los datos personales viajen de forma cifrada por la red.
- Que haya una política de privacidad bien redactada y que responda a cuestiones básicas, como ¿quién es la empresa?, ¿para qué usan tus datos?, ¿con quién los comparten?, o ¿cómo puedes ejercer tus derechos como usuario?
- Leer la política de envío y devoluciones de cara a certificar que sean del agrado del cliente.
- Averiguar qué métodos de pago admite la web. "Es recomendable buscar sitios web que acepten tarjetas de crédito y débito, tarjetas monedero y virtuales, así como plataformas de pagos en línea como PayPal, Bizum, Google Pay o Apple Pay, entre otros", aconseja el instituto de ciberseguridad.
- Investigar si la web dispone de algún sello de confianza.