En 2020, con toda la población confinada, la hostelería española trató de superar el cierre agarrándose al salvavidas del delivery, el negocio del envío de comida a domicilio que, con el paso de los meses, apuntaba a un futuro de crecimiento sin techo.
En medio de esta corriente favorable proliferaron marcas virtuales y establecimientos dedicados a responder a la demanda domicilio a través de cocinas donde se preparaban recetas de diferentes estilos bajo un nuevo formato que se bautizó como cocina fantasma, virtual o dark kitchen. En paralelo, nuevos operadores de reparto ultrarrápido llegaron al mercado español.
Todo era crecimiento a doble dígito hasta que, entre la segunda mitad de 2021 y el 2022, el suflé del delivery empezó a desinflarse y a enseñar sus costuras. La salida de Deliveroo señalaba el camino hacia una reordenación del mercado cuyas expectativas de crecimiento empezaron a rebajarse por parte de las consultoras. Por el camino se quedaron marcas como Dija, Gorillas, GoPuff y, más recientemente, Getir, que ha anunciado un ERE.
Como tantos otros profesionales de la restauración, el inquieto chef marbellí, Dani García, reconvertido en empresario gastronómico de éxito tras renunciar a 3 estrellas Michelin, puso en marcha un negocio adaptado al cierre hostelero en septiembre de 2020. Tras algunas pruebas se lanzó a presentar La Gran Familia Mediterránea (LGFM) by Dani García, una sonora marca que empezó a trabajar con Just Eat ofreciendo a través de la plataforma a domicilio la producción de dos de las cocinas de García en Madrid y Marbella y centrada en algunos de los platos más reconocidos del cocinero.
La demanda de recetas como el Brioche de Rabo de Toro o Ensaladilla Rusa de Huevos de Codorniz Fritos al Ajillo fue creciendo y el malagueño dio el salto a Glovo en busca de nuevos perfiles de un público que parecía no tener límite en medio del boom del negocio de la comida a domicilio alimentado por la crisis del Covid-19.
De este crecimiento al plan de expansión sobre la ola de cocinas fantasma o virtuales había un paso, el del empuje que le dio al negocio el fondo de inversión KFund, que convirtió al cocinero en socio minoritario de Rima Gastronómica la sociedad limitada creada para gestionar la marca LGFM al margen de Grupo Dani García. Y es que, el entramado de negocios del chef, creado en 2014, incluye letreros tan reconocidos como los de BiBo, Lobito de Mar o Leña… y así hasta sumar hasta 14 conceptos de gastronomía con una veintena de locales en seis países, incluyendo Tragabuches, taberna que homenajea al restaurante rondeño que le dio fama al comienzo de su carrera y donde cocinó por primera vez su famoso Tomate Nitro en 1999.
'Streamers' y 'youtubers'
El reclamo y la asesoría gastronómica del cocinero sirvieron para hacer crecer la oferta de LGFM con nuevos miembros de la "familia" compuestos por submarcas que englobaban todo tipo de propuestas de comida desenfadada, desde hamburguesas y otros platos creados junto a streamers y youtubers como Rubius, Ibai o Vegetta, a propuestas japonesas, platos de taberna o postres. Las perspectivas eran tan buenas que en abril de 2021 la marca fichó como consejera delegada a Sandra Manresa, una profesional con larga trayectoria en el negocio digital y procedente de Google, donde había pasado los siete años anteriores como directiva.
Bajo la dirección de Manresa, la nueva empresa de delivery logró cerrar el año pasado con 16 cocinas operativas en todo el país y un crecimiento del 60% en su facturación, que alcanzó los 11 millones de euros. Asimismo, se concretaron acuerdos con marcas comerciales de restauración organizada como Aloha Poké para incorporarlas a su oferta, así como a grupos como Avanza Food, gestor de enseñas como Carl's Jr. o Tomy Roma's. La empresa, además llegó a un acuerdo en octubre con Digital Kitchens, la primera Socimi especializada en la expansión de cocinas virtuales la firma española de capital privado Lift Asset Management.
Sin embargo, ya en ese 2022, los planes del grupo comenzaron a torcerse en Madrid, donde los vecinos de una de sus cocinas fantasma en el barrio de La Ventilla se movilizaron para conseguir su cierre tras diversas denuncias por los olores, ruidos y el calor de sus extractores de humo y que demostraron que la instalación no cumplía la normativa. Estos problemas no fueron exclusivos del proyecto de Dani García, ya que las dark kitchens generaron, y siguen haciéndolo hoy en día, numerosas protestas vecinales que han provocado otros cierres.
Con todo, la marcha del proyecto arrancó 2023 con buenas perspectivas de crecimiento y con la firma de un acuerdo estratégico de Dani García con Carrefour en el que, además de la comercialización de salsas exclusivas del cocinero, se incluía la instalación de un stand de La Gran Familia Mediterránea en su centro de San Sebastián de los Reyes (Madrid). Con el paso de los meses de un ejercicio en el que aspiraban a abrir su primer restaurante a pie de calle, la comunicación en torno a La Gran Familia Mediterránea se fue apagando hasta el punto de que su espacio en Just Eat, aunque sigue visible, hoy ya no da resultados de búsqueda para hacer pedidos; en el de Glovo, ni siquiera figura; y su página web permanece en "mantenimiento" desde hace semanas. Sus perfiles en redes sociales, poco a poco, dejaron de actualizarse, primero Facebook el 1 de marzo; después, en junio, Instagram, X y YouTube; mientras que en TikTok su perfil "se está cocinando", y todo parece indicar que su consejera delegada también dejó el proyecto a comienzos de verano.
Aunque oficialmente no hay información al respecto, fuentes del segmento de las cocinas virtuales confirman que responsables de LGFM han ofrecido equipamiento de sus instalaciones a otros operadores, algunas con apenas tres meses de antigüedad. Y, otras cercanas al Grupo Dani García y a las marcas y plataformas colaboradoras, reconocen que simplemente se han desvinculado del proyecto. De momento, otra startup millonaria de la nueva economía digital parece haberse esfumado como un fantasma.