
La hostelería carga contra el Banco de España por acusarle de haber subido los precios por encima de lo necesario para cubrir los costes, rebasando así la inflación. Según el informe La Traslación del aumento de los costes de producción a los precios de venta de las empresas no financieras en 2022 mientras que los costes de producción de bares, restaurantes, cafeterías, hoteles y otros establecimientos crecieron un 5,9% entre 2021 y 2022 sus precios aumentaron un 9,3%, lo que supone 3,4 puntos por encima.
Ante estos datos, y con el sector en cifras récord de facturación, el presidente de la patronal Hostelería de España, José Luis Yzuel, ha mostrado hoy su malestar asegurando que "el informe hace aguas por todos lados". En un comunicado la organización asegura que "el informe se establece respecto de la traslación de precios de productos, teniendo poco en cuenta los costes salariales y de otros servicios, entre ellos los costes financieros".
En este sentido, Hostelería de España recuerda que a junio de este año, la evolución de los precios interanual en la restauración ha sido de un 6,7% mientras que en ese mismo periodo los alimentos y bebidas no alcohólicas ha sido del 10,8%, según los datos del INE, con incrementos en alguno caso, como el aceite de oliva, de hasta el 31%.
Subida de los salarios
Hostelería de España recuerda, además, que "la evolución de los salarios en el mismo periodo para la hostelería es de un 12,6%, resultando el sector con mayor incrementos porcentuales según la encuesta trimestral de coste laboral". La patronal de los hosteleros muestra ante todo ello su sorpresa porque "se haga un especial hincapié en el sector de la restauración".
Según Hostelería de España, "curiosamente, un sector en el que las condiciones de competencia son perfectas, con una oferta fragmentada en más de 300.000 empresas, con bares y restaurantes pared con pared compitiendo en un duro mercado y con poca capacidad de negociación en precios debido a los pequeños volúmenes de compra".
En su informe, el Banco de España subraya que el "fuerte" incremento del precio de la energía y de otras materias primas en la segunda mitad de 2021 y buena parte de 2022 implicó un aumento "notable" de los costes de producción de las empresas, que trasladaron una parte sustancial de este aumento a sus precios de venta, pero no de manera heterogénea. De hecho, apunta que en la mayoría de los principales sectores económicos se produjo en 2022 una traslación muy elevada, "prácticamente completa", de los mayores costes de producción a los precios de venta, tanto respecto a 2021 como en comparación con la situación existente en 2019, antes de la pandemia.