
La cadena de supermercados Lidl asegura que ninguna de las partidas de carne de pollo de origen alemán contaminada con bacterias resistentes a los antibióticos se comercializa o ha llegado a los lineales de sus locales en España.
Fuentes de la enseña de origen alemán recuerdan que toda la carne fresca que vende en sus establecimientos ubicados en nuestro país es de origen español, en referencia al estudio elaborado por la Fundación Albert Schweitzer y publicado ayer en el que se asegura que el 70% de los productos de pollo de marca Lidl presentaban bacterias, mayoritariamente la Escherichia coli, aunque el laboratorio encargado del análisis también detectó la presencia de Enterococcus, Campylobacter y Salmonella.
Para despejar cualquier duda, Lidl recalca que actualmente el 100% de la carne fresca, los huevos frescos y la leche que venden en nuestro país, además de ser origen nacional, cuentan con el sello de "Bienestar Animal", siendo el primer supermercado en obtener dicha certificación para sus marcas propias en España.
Asimismo, desde la compañía recuerdan que las bacterias que una carne fresca de pollo pueda contener no son consecuencia del método de cría de nuestros proveedores en particular, sino que representan un reto general para toda la industria de la carne avícola. Por norma general, recuerdan, "la presencia de bacterias en aves es más común que en otros tipos de carnes, por lo que nunca debe consumirse cruda. Por ello, en todos nuestros envases siempre especificamos que el producto debe ser cocinado completamente antes de su consumo y que es necesario cumplir con las normas de higiene durante el proceso. De este modo, si se manipula de forma correcta no existe ningún riesgo sanitario para el consumidor".
El estudio difundido ayer es una iniciativa de Equalia ONG, organización que reclama a Lidl que se adhiera al Compromiso Europeo del Pollo (ECC, por sus siglas en inglés) para salvaguardar la salud de los consumidores de la alta presencia de antibióticos en la carne y garantizar el bienestar animal. El supermercado asegura estar trabajando ya en sintonía con los objetivos que defiende esta iniciativa, "si bien, solo nos podemos comprometer con aquellas medidas que tengamos la seguridad de poder cumplir de manera realista tanto en la forma como en los plazos en cada uno de los mercados. Así se ha trasladado desde el grupo Lidl a los representantes internacionales del Compromiso Europeo del Pollo con los que se han mantenido varias conversaciones a lo largo de estos meses".
La enseña alemana recuerda finalmente que realiza exhaustivos controles de calidad a lo largo de toda su cadena de suministro a través de organismos independientes y acreditados, hasta el punto de que su política de compras establece límites más estrictos que los propios requisitos legales. "Todos nuestros proveedores cuentan además con avales de certificación internacionalmente reconocidos como International Food Standard (IFS) o el British Retail Consortium (BRC) que certifican los más altos estándares de calidad, y en especial la seguridad alimentaria", rematan.