
Viscofan ha logrado mejorar sus expectativas de crecimiento en ventas, resultado bruto de explotación (ebitda) y resultado neto, a pesar de tener que hacer frente a un contexto de inflación y de costes de producción elevados. Así, la empresa cerró 2022 con un incremento del 4,8% del beneficio neto con respeto a 2021, situándose en 139,4 millones de euros.
La facturación también se ha elevado. En 2021, el grupo obtuvo unas ventas de 969,2 millones de euros; mientras que en 2022 ha logrado situarse en 1.201 millones, lo que aumenta la cifra de negocios casi en un 24%. Por área geográfica, las ventas se han incrementado sobre todo en Sudamérica. En concreto un 27,8%.
El ebitda, por otro lado, ha pasado de 246,6 millones de euros a cierre de 2021 a 267,1 millones el año pasado. Es decir, el ebitda ha mejorado un 8,3%. No obstante, el grupo tenía unas expectativas de un resultado bruto de explotación entre los 257 y los 263 millones, algo que en 2022 no se ha cumplido.
Por otra parte, la remuneración del consejero delegado de Viscofan, se redujo un 53,9% en 2022, hasta situarse en los 923.000 euros. Asimismo, José Domingo Ampuero Osma, presidente de la compañía, redujo sus emolumentos un 54% en tasa interanual, hasta los 1,20 millones de euros. Por su parte, la retribución media de la plantilla se incrementó un 12,1% en 2022, hasta situarse en los 37.000 euros.
Desde Viscofan son optimistas en este 2023 y afrontan el año con "la ambición de volver a crecer en las principales magnitudes financieras". En 2022, las inversiones de la compañía asciendes a 125,6 millones de euros. "Estas inversiones en equipos industriales se han acompañado de una mayor inversión en circulante para asegurar el servicio al mercado en un contexto de aceleración de la demanda, de estrechamiento en la cadena de suministro y planes de expansión", apunta la compañía.