
En medio de la crisis por la falta de pimientos, pepinos, tomates y lechuga en los supermercados británicos, los productores de peras y manzanas del país han advertido que los próximos meses no habrá suficientes de estas frutas para abastecer todo el mercado. La razón es que no se han plantado los suficientes árboles ante el bajo precio que pagan los supermercados a los agricultores.
El sector apunta estar en una situación insostenible. De hecho, Ali Capper, director de la Asociación Británica de Manzanas y Peras, que representa al 80% de la industria, indica que el plan inicial era plantar 480.000, el 48% de lo que se tendría que cultivar en el país, finalmente, solo se plantaron 330.000 porque "los precios que pagan los supermercados son insostenibles", según recoge un comunicado de la misma asociación.
Los ingresos que obtienen no sufragan los costes de producción, que han subido alrededor de un 23% en el último año, según The Guardian. El aumento en el gasto de recolección, electricidad, transporte y empaquetado los asume el productor, porque los supermercados han aumentado el pago menos de un 1%. "La mayoría de los productores están perdiendo dinero. El futuro del cultivo de manzanas y peras en el Reino Unido está seriamente en duda", añade Capper.
Así, cada día el sector va perdiendo más agricultores y se va desinflando. De momento, se desconoce si se podrá abastecer de peras y manzanas con la importación de otros países, pero hasta el momento en otros alimentos frescos no ha sido posible hacerlo.
La importación supone un coste más alto porque además, del transporte de la mercancía, hay que pagar los alimentos, cuyo precio cada vez es más elevado debido a la inflación.
Otro inconveniente para Reino Unido es la burocracia, al no ser un país miembro de la Unión Europea. De hecho, Pekka Pesonen, secretario general de Copa-Cogeca, el sindicato de agricultores de la UE, indica: "Hay una gran demanda de ciertos productos españoles y si se acercan a las empresas españolas, ¿optarán por vender a los británicos o a los países de la UE, que son más fáciles de exportar, donde no tienen todos los trámites?". "Los minoristas del Reino Unido deben estar dispuestos a pagar precios extremadamente altos", añade en Financial Times.
No es la primera vez que las estanterías de los supermercados en Reino Unido están vacías. En anteriores ocasiones los ingleses han experimentado falta de combustible o cerveza. En esas ocasiones se achacó a la pandemia, aunque el Brexit también influyó en estas situaciones.
Desde el 22 de enero la inflación en el precio de la comida ha subido un 16,7% en Reino Unido, según Kantar. "Cuanta más escasez haya, más impulsará la inflación de los alimentos", apuntó la presidenta de la Unión Nacional de Agricultores, Minette Batters, a la BBC. Aunque desde el Gobierno aseguran que el país tiene una cadena de suministro de alimentos "muy fuerte".