
El emprendimiento es una de las salidas que se plantean muchos españoles actualmente. De hecho, el número de startups en España no ha parado de crecer desde 2015 hasta alcanzar un valor de 46.000 millones de euros, según la consultora Dealroom. En esta línea, el ratio de supervivencia ha ido aumentando a lo largo de los años. El 73% de este tipo de organizaciones tiene riesgo medio-bajo o bajo de fracasar, según el Estudio sobre las Empresas Startup en España de Informa.
Las tres razones principales por las que suelen fracasar, según la plataforma de análisis de negocios CB Insights, son que el mercado no necesitaba el producto o servicio que ofrecían, la falta de liquidez y un equipo inadecuado. Repasamos algunos de los casos españoles que 'pincharon' después de haber creado unas grandes expectativas:
eShop Ventures
eShop Ventures se fundó en 2012. La finalidad de sus dos fundadores, Alfonso Merry del Val y Rafael Garrido, era convertirse en el 'Amazon español'. Los empresarios se basaron en el modelo de negocio de la empresa estadounidense One Kings Lane, es decir, ir adquiriendo otras firmas como El armario de la tele, Mamuky, Mimub o Todovino, entre otros. Dos años después de su fundación, facturaban 12 millones de euros.
En 2015, la compañía proyectaba su expansión a Europa. La sorpresa vino cuando confirmaron una situación bastante delicada para la plataforma, incluyendo la falta de liquidez, que se tradujo en ERE en la plantilla, impagos a proveedores, créditos por más de 2 millones y clientes descontentos con la empresa. En mayo de 2017 eShop Ventures entró en concurso de acreedores.
Jinn
Desde que Deliveroo apareció en 2013, el movimiento en este sector del reparto de comida a domicilio ha sido incesante. Tres chicos que coincidieron durante su intercambio académico en Reino Unido, Mario Navarro, León Herrera y Joseba Mendivil, pusieron en marcha Jinn, una app desde la que se podía pedir a domicilio cualquier producto, desde un paquete de tabaco hasta una hamburguesa. Hasta mediados de 2014 alcanzaron una inversión de 200.000 libras.
Dos años más tarde recibió una inyección de 7,5 millones de dólares del fondo español Samaipata Ventures, al que pertenecía La Nevera Roja, otra plataforma, ya extinta, de comida a domicilio. La entrada de estas cantidades de dinero produjo que los fundadores no repararan en gastos. El resultado: el despido de más del 80% de la plantilla y el cierre de departamentos enteros. Pese a que recibieron una segunda inversión de 10 millones de euros, la mala gestión de los recursos provocó en 2017 el cese de la actividad de esta organización tanto en España como en Reino Unido.
My Pick Box
En 2014, la empresa valenciana My Pick Box logró acceder a la famosa aceleradora de Juan Roig, Lanzadera. La startup se basaba en la instalación de consignas en diferentes localizaciones que permitían la recogida de paquetes. José Luis Lobato y Elvira Pinto iniciaron su actividad con un capital inicial de 3.000 euros. A estos se le sumaron los 20.000 que Lanzadera les dio para ampliar sus servicios y expandirse a nivel nacional.
Tras llegar a Madrid un año después, tuvieron que cesar su actividad por la "necesidad de llegar a acuerdos con unas pocas empresas de tamaño grande", según declaró Lobato en Xataka. "Las grandes empresas, al igual que el resto, están interesadas en ahorrar costes, pero sobre todo en nuestro caso buscan un servicio exclusivo y que les dé una ventaja competitiva, lo cual hacía inviable nuestra propuesta", añadió.
Verse
Verse nació en 2015 de manos de tres jóvenes catalanes, Borja Rossel, Álex Lopera y Darío Nieuwenhuis. Tenían el objetivo de convertir su app en el "WhatsApp de los pagos móviles" , una meta bastante complicada porque la competencia principal era PayPal, que ya contaba con 350.000 usuarios en España (ahora, más de 6 millones), y Bizum, una app creada por la banca española que empezaba a dar sus primeros pasos y que, actualmente registra 22 millones de perfiles.
Verse logró captar 9,3 millones de euros en sus dos primeras rondas de financiación. Pero al no lograr los objetivos de crecimiento iniciales, los fundadores de la aplicación fueron destituidos por la junta directiva en 2017. Bernardo Hernández, ex director de producto de Google y fundador de Idealista, fue nombrado consejero delegado.
Según Hernández en una entrevista en Metropoli Abierta, cuando llegó a su cargo tenían 17.000 usuarios y para empezar desde cero decidió despedir 18 de los 20 empleados con los que contaban. En junio de 2020, Square, la firma estadounidense de servicios financieros fundada por Jack Dorsey, ex-CEO de Twitter, adquirió Verse por menos de 50 millones de euros. De la mano de Square, nombre de esta empresa, crecieron hasta ser 50 personas en el equipo y actualmente hay más de 130, según la plataforma de trabajo LinkedIn. Verse ya ha alcanzado los 1,8 millones de usuarios en nuestro país.