
La saga Arnault continúa. Como si de una película se tratase, Bernard Arnault, la persona más rica del mundo, está moldeando el presente para alejarse en un futuro y dar más protagonismo a su familia dentro de LVMH, el conglomerado de moda y lujo más grande del mundo. Como otras muchas familias, Bernard, de 73 años, está confiando en los suyos la gestión de todo su patrimonio antes de empezar su retiro dorado.
La última noticia al respecto ha sido el nombramiento de Delphine Arnault, su primogénita, como directora general de Christian Dior, una de las marcas de referencia del grupo. Su andadura en LVMH comenzó en 2001 precisamente en Christian Dior, empezando por los zapatos y terminando como directora general adjunta. En 2013 pasó a formar parte de Louis Vuitton, centrándose en la supervisión de todos los productos de la marca.
En 2019 se convirtió en la miembro más joven (43 años) perteneciente al comité ejecutivo de LVMH. Cuatro años más tarde volverá a Dior, pero esta vez como directora general de una de las firmas de moda más importantes del mundo, sustituyendo a Pietro Beccari, quien pasará a dirigir Louis Vuitton.
Por su parte, Antoine Arnault se convirtió en diciembre de 2022 en el nuevo consejero delegado y vicepresidente del Consejo de Administración de Christian Dior, asegurándose Bernard mayor control familiar en su conglomerado. Esta medida le otorga a Antoine un papel cada vez más destacado dentro de la empresa más valiosa de Europa, con una capitalización de mercado de 389.000 millones de euros y una cartera en expansión de marcas de alta gama que van desde Louis Vuitton hasta Dom Perignon Champagne, y pasando por Tag Heuer o Tiffany, entre otras.
Antes de llegar hasta aquí, Antoine Arnault fue director ejecutivo de Berluti en 2011. Bajo su dirección, la empresa creció alrededor de 45 a 130 millones al año en ventas. Dos años más tarde, a finales de 2013, fue el presidente de Loro Piana, líder mundial en cashmere de alta gama y otras telas, tras la adquisición de la marca por parte de LVMH. Posteriormente fue responsable de comunicación e imagen de LVMH.
Alexandre Arnault, de 31 años, ha sido directivo de la casa de joyería Tiffany después de que LVMH la comprara en 2020 por 15.800 millones de dólares. Tras rechazar ofertas de McKinsey y KKR, este francés (fruto del matrimonio de Bernard con su segunda mujer) se decidió a trabajar en la empresa familiar, empezando en innovación digital. "Obviamente me criaron para estar en el grupo", declaró en una entrevista a The New York Times.
Por su parte, Frédéric Arnault, nacido en 1995, ya ocupa el cargo de director general de TAG Heuer, fabricante suizo de relojes. Su aventura en LVMH arrancó como jefe temporal de tecnologías. Sin embargo, un año después pasó a ser director de estrategia digital de la marca y en 2020 fue nombrado director ejecutivo con tan solo 25 años.
Por último, está Jean Arnault. Es el hijo menor de Bernard y se unió al holding después de graduarse. Jean se convirtió en director de marketing y desarrollo de la división de relojes de Louis Vuitton en agosto de 2021 a la edad de 23 años. Ahora, Jean ocupa el puesto de director de relojes de la marca.