
La patronal de la industria cárnica española, Anice, admite una total falta de control en los listados de las empresas exportadoras, lo que ha provocado que se hayan detectado casos de listeria y graves fallos higiénicos, tal y como informó elEconomista.es el pasado viernes. Anice ha rechazado hacer ningún tipo de declaración, pero en un comunicado a sus socios, al que ha tenido acceso este periódico, asegura textualmente que hay "un coladero de entrada de todo tipo de empresas en las listas" de exportadores.
En el comunicado, la patronal deja claro que "no todos pueden estar en las listas" y advierte de que "hay que garantizar un elevado estándar de cumplimiento (instalaciones, autocontroles, trazabilidad...)". Para ello, toma cartas en el asunto y anuncia que "hace falta realizar auditorías de entrada y permanencia en listas. Con criterios homogéneos y suficientemente estrictos para garantizar la solidez de los listados". De hecho, el sector está dispuesto a acarrear con los gastos derivados de estas auditorías que "siempre serán menos costosos que perder los mercados". Como ya adelantó este periódico, la industria cárnica se juega casi 8.000 millones de euros.
Requisitos mínimos
El problema, según explican fuentes del sector, es que mientras que las grandes empresas cárnicas, como Vall Companys, ElPozo o Campofrío, mantienen unos estándares de control y calidad muy altos, existen también múltiples mataderos e instalaciones de menor tamaño donde se multiplican las deficiencias. Y la situación se agrava porque muchos de ellos están inscritos en las listas de exportadores sin cumplir unos requisitos mínimos y, a menudo, incluso sin vender ni siquiera producto fuera de España.
Anice pide ahora por ello la realización de auditorías SAE SAE. (Sistemas de Autocontrol Específicos para la exportación) o de funcionarios de los ministerios de Sanidad y Agricultura, para "que no salgan mal parados en las auditorías".
La patronal explica en el comunicado a sus socios que "no se considera válida la opción autonómica porque ha demostrado que genera gran disparidad de criterios y autorizaciones". Ante este panorama la solución que se propone es la "modificación del Real Decreto 993/2014, para dar todas las garantías legales". Todo porque tras las inspecciones realizadas por Corea del Sur y México, el comercio exterior está en peligro.
El caso que más preocupa a la asociación es el mexicano. De 24 inspecciones, 17 salieron con defectos y deben volver a pasar una auditoría, a cinco firmas se les ha retirado la licencia y solo dos han pasado la inspección sin reseñar. Esto ha derivado en que las 317 firmas que estaban en el pre listado deban pasar nuevamente una auditoría en el plazo de seis meses. No obstante, debido al volumen de compañías y al poco tiempo será casi imposible. Además, las auditorías negativas de estos países pueden tener graves repercusiones, además, en otros lugares como EEUU o China.
Desde Anice resaltan que "podemos hacer las cosas mejor para evitar que se repitan estos sucesos, que ocasionan una mala imagen del país, y un perjuicio para las empresas que hacen las cosas bien". La asociación pone el foco en que parece ser que "las administraciones no son conscientes de lo que nos jugamos".