La cooperativa alimentaria Dcoop ha alertado de una caída de la producción del aceite de oliva de un 47% durante 2022. No obstante, vaticina que el precio no subirá o lo hará moderadamente, manteniéndose entre los 4 y 5 euros la botella, pues considera que esta caída en la presente campaña irá acompañada de un descenso en el consumo.
Antonio Luque, el presidente de Grupo Dcoop, que agrupa a más 75.000 familias, cuenta con 200 cooperativas asociadas y produce, además de aceite y aceituna de mesa, vino, pistachos o aceite de cabra, asegura que la caída de la producción "no va a llevar a que en los lineales de los supermercados falte aceite", e hizo un llamamiento a evitar la especulación entre los distribuidores, y que "en lugar de comprar todo el año, lo hagan cada dos meses".
Luque apunta que ante la caída de la producción de aceite de oliva (que podría pasar de los 1,5 millones de toneladas de 2021 a 800.000 en la presente campaña), el consumo a nivel mundial debería de caer para que se vaya ajustando la oferta y la demanda. "Estamos viviendo una situación que no hemos vivido nunca. En España no está cayendo el consumo de aceite de oliva a pesar de la subida de precios", ha subrayado.
Crecimiento en 2021
La cooperativa agroalimentaria, que es la mayor productora oleícola mundial y de aceituna de mesa, cerró 2021 con una facturación de 1.021,16 millones de euros, lo que supone un incremento del 12,5% respecto a 2020.
No obstante, su presidente prevé un "complicado" 2023 por la caída de la producción del aceite de oliva. En su opinión, "el 2022 va a ser un año bueno para Dcoop, dónde la facturación rondará los 1.200 millones de euros, pero el 2023 será más complicado por la caída del 40% que tendremos de la producción de aceite".
El problema del agua
En un contexto inflacionista de subida de las materias primas, Luque cree que el problema más acuciante el es agua. En su opinión, si no llueve la cosecha también se resentirá en 2023. Por ello, exige soluciones a la administración más allá de luchas partidistas y "sacando este tema del debate político".
El máximo dirigente de Dcoop demanda una política integral en la gestión del agua que pase por la construcción de embalses, el aprovechamiento de las aguas residuales y, en definitiva una "mayor inversión en infraestructuras hidráulicas".
En este sentido puso el ejemplo de que "solo con el agua que se tira en Málaga se podrían regar 30.000 hectáreas de olivar, lo que supondría 40.000 toneladas más de aceite".