Retail - Consumo

Cinco grandes compañías concentran la mitad de los 1.630 millones de la facturación funeraria

  • En 15 años las grandes han integrado a un 33% de las pequeñas
  • Panasef demanda una nueva ley para el sector en un congreso en Sevilla
  • Málaga y Sevilla tienen el mayor porcentaje de cremaciones, con un 80%
Velas y flores en torno a un ataúd. Mémora

La mayor operación empresarial del año en el sector de los servicios funerarios españoles es hasta el momento la compra de Mémora, la mayor operadora nacional, por el grupo Catalana Occidente, que pagó una cantidad cercana a los 390 millones de euros a finales de julio. En febrero, la CMNC autorizó la operación de concentración por adquisición por Elysius, matriz del grupo Áltima controlada por Albia y Grupo VFV, de Juanals, y posteriormente de la Sociedad Serveis Funeraris d'Inca, S.L. , que afecta a los mercados de Gerona y las Islas Baleares. Son movimientos destacados en un mercado que facturó en 2021 un total de 1.630 millones de euros, y en el que se está produciendo un fenómeno de concentración y de entrada de fondos de inversión y grupos de capital riesgo, y que se ha celebrado esta semana en Sevilla el congreso de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios, Panasef. Si en 2007, según un informe del Ministerio de Hacienda, había en España 1.616 empresas funerarias, a finales de 2021 eran 1.076. Un 33% menos. La tendencia a la concentración es evidente.

Hace quince años había hasta ocho empresas con implantación nacional, mientras que ahora son cinco: Mémora, Albia, Funespaña, Servisa y Asv. Esas cinco grandes, explican en Panasef, se reparten aproximadamente la mitad del mercado, mientras que el otro 50% queda para las 1.071 restantes, casi todas microempresas con implantación muy local. Andalucía, con 181 empresas, es la que concentra más, acorde a su peso poblacional y a sus 785 municipios.

El sector vive un momento de ajuste. En 2019 la facturación fue de 1.565 millones de euros, tras crecimientos anuales de entre 30 millones anuales en ejercicios precedentes. La cifra se disparó hasta los 1.700 millones de euros en 2020 por la pandemia. En 2021 bajo hasta los 1.630 millones. Es un 0,14% del PIB. Se espera aún una ligera corrección hasta volver a niveles prepandemia.

Subida de costes

También influirá en la cifra de negocio de 2022 "la subida brutal en el precio de los suministros", indica el vicepresidente de Panasef, Francisco Enríquez. El coste en gas se ha multiplicado por seis, la factura eléctrica se ha disparado … "La perspectiva es que algo de esa subida se repercuta a los precios, pero siempre por debajo del IPC", asegura.

El sector se halla ahora inmerso en el reto de la sostenibilidad, con importantes inversiones en los crematorios para lograr cero emisiones. "Las empresas se están adelantando a lo que exige la normativa", explica Enríquez.

Actualmente en capitales de provincia el 60% de los servicios incluye cremación (en zonas rurales el porcentaje es más bajo, por lo que el global nacional es del 45%). A nivel nacional destacan los casos de ciudades como Málaga o Sevilla, donde el porcentaje está en el 80%.

Así mismo también se están acometiendo inversiones para el autoabastecimiento energético en empresas que tienen un consumo notable, ya que además de los crematorios tienen que mantener climatizadas instalaciones de miles de metros cuadrados en muchos casos.

Servicios emocionales

Además, las empresas están reforzando sus servicios emocionales, psicológicos y ceremoniales (un 15% ya de las ceremonias son de carácter civil e incluyen proyecciones de imágenes del finado, plataformas digitales para honrar la memoria del difunto y otros servicios).

El servicio funerario propiamente dicho incluye el arca, traslados, instalaciones para velatorio, asistencia personal para la familia, catering, coordinación de ceremonias, permisos administrativos, gestión del certificado médico, inscripción en el registro civil, libro de recordatorios, gestiones con aseguradoras, tanatoestética, tanatopraxia y asistencia psicológica.

Participan hasta una decena de agentes económicos además de la funeraria: floristerías, marmolistas, taxistas, cementerios y crematorios, iglesia, médicos, forenses, psicólogos, medios de comunicación, restauración y administraciones públicas entre otros.

Precio

El precio final está compuesto en un 56% por el valor de los servicios funerarios en sentido estricto, un 11,7% por servicios complementarios como tasas, certificados, coronas, lápidas, esquelas … en un 16,5% por la inhumación o incineración y en un 15% por impuestos indirectos (IVA).

Desde Panasef combaten el tópico de que los servicios funerarios son caros: si se atiende a la cantidad de factores que intervienen y que se coordinan, el precio es ajustado, defienden.

La satisfacción con los servicios de las familias que recogen las encuestas es muy alta

Cuatro de cada cinco familias calificaron con un 9 ó un 10 los servicios recibidos tras recurrir a una de las empresas del sector, y sólo un 3% calificaron con un 6 o menos.

El sector mantiene 12.300 empleos directos.

Uno de los objetivos del congreso nacional celebrado en Sevilla esta semana ha sido poner sobre la mesa la necesidad de regular al sector con una nueva ley. La actual data de 1974 y se considera ya absolutamente obsoleta, y además con distintas normativas en las comunidades autónomas. "Demandamos una ley nacional, y no llega", asegura Francisco Enríquez.

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