El grupo de alimentación francés Danone ha anunciado que va a ceder el grueso de su negocio en Rusia y asume que esa salida le supondrá una depreciación de activos que podría llegar a 1.000 millones de euros.
En un comunicado, Danone precisa que ha iniciado el proceso para transferir el control de sus productos lácteos y vegetales en ese país porque considera que es "la mejor opción para garantizar la continuidad de la eficiencia operativa de esta actividad para los empleados, consumidores y socios".
La compañía no ha precisado si está en conversaciones con potenciales compradores para ese negocio, que limitaría su presencia en Rusia a la división de nutrición infantil.
Por otra parte, explica que la parte del negocio que pone en venta representó en los nueve primeros meses de este año alrededor del 5% de su facturación y que la operación "podría suponer una depreciación de hasta 1.000 millones de euros".
En su último informe semestral, publicado el 27 de julio, Danone indicaba que Rusia era su quinto mercado en ingresos, con un 5% del total, pero representaba "bastante menos" en términos de resultados, y que su actividad se concentraba "principalmente" en los lácteos. También especificaba que "una amplia mayoría" de lo que vendía en Rusia resultaba de un aprovisionamiento y una fabricación local.
Danone es una de las pocas multinacionales occidentales que sigue trabajando en Rusia pese a la invasión de Ucrania.