
La Comisión Europea ha respondido negativamente ante la propuesta española del impuesto al plástico. Desde Bruselas han propuesto eliminar los puntos más "ambiciosos" del Real Decreto de Envases. La respuesta del Comisario Thierry Breton, sin embargo, ha decepcionado a las organizaciones ecologistas que aseguran que esta respuesta ha sido influenciada por los lobbys europeos del plástico.
Desde Bruselas han reprochado al Gobierno de Sánchez el exceso de ambición en la lucha contra los plásticos de un solo uso ya que son argumentos poco sólidos y obsoletos. Entre los principales cambios se encuentran evitar la prohibición del envasado de frutas y verduras frescas y la obligación de venderlas a granel en lotes de menos de 1,5kg.
Asimismo, la Comisión Europea resalta su negativa a que las empresas tengan que pagar los costes de las recogidas de basura abandona en su entorno. También quieren anular la prohibición de sustancias tóxicas en los envases pues no se corresponde con la normativa comunitaria de 1994, y por último, se exige eliminar los objetivos de reducción de envases de botellas de plástico de un solo uso.
Estos lobbys europeos del plástico han elaborado un informe en contra del Real Decreto español. Así, alegan la cuestión del coste de oportunidad pues habrá que invertir más recursos para adaptarse a los requisitos españoles de etiquetado que no están disponibles para las empresas. Según recoge el informe "el actual dilema entre los precios de resina virgen y resina recicladas post consumo es de unos 500 euros por tonelada. Por ejemplo, una empresa con 2.500 referencias en el mercado español gastará 3,75 millones de euros iniciales simplemente cambiando los archivos de impresión de material gráfico, incluso antes de cualquier otro coste."
Las organizaciones ecológicas recriminan a la Comisión que no está teniendo que determinadas medidas como el envasado de la fruta y hortalizas ya se está cumpliendo en países como Francia. Además, de que existen textos comunitarios que restringen el uso de las sustancias tóxicas, sobre todo flalatos y bisfenol A.
"Es un argumento muy peligroso que debilita y perjudica el propio espíritu de las directivas. Cada Estado en función de sus necesidades debe definir su ambición con los objetivos de las directivas, y España tiene un claro problema con los residuos de plástico que debe solucionar", han valorado representantes de Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, Oceana, Retorna, Rezero y Surfrider.