Retail - Consumo

Peloton anuncia su esperado remo mientras lucha por mantenerse a flote

  • La esperada máquina tiene un precio de 3.195 dólares
  • La compañía ha perdido un 76% de su valor en lo que va de año
La máquina de remo de Peloton. Foto: Peloton

Los primeros meses de la pandemia fueron un momento muy dulce para Peloton. El incremento de la demanda de sus bicicletas y sus sesiones en fitness en casa disparó el precio de sus acciones, que el 24 de diciembre de 2021 alcanzaron los 162,72 dólares. Una luna de miel que duró poco y a la que han sucedido numerosos altibajos, la destitución de su CEO y otros tantos cambios de estrategia. En un último intento por recuperar el brillo perdido, la compañía acaba de presentar su esperado remo.

Bautizado como Peloton Row, se trata de una máquina de casi 70 kilos con un remo de algo menos de dos metros de largo y una pantalla táctil de alta definición de 23,8 pulgadas. El aparato está diseñado para leer en tiempo real la frecuencia de la brazada, el ritmo, el rendimiento y la distancia del usuario. Los entrenamientos están dirigidos por instructores expertos de la compañía de fitness en casa.

El remo de Peloton tiene un precio de 3.195 dólares -al que hay que sumar la suscripción de 44 dólares al mes para acceder a las clases- y está disponible en preventa. Según la web de la empresa, se espera que los pedidos se envíen a principios de diciembre, aunque las máquinas ya se pueden probar en las 18 tiendas minoristas que tiene repartidas por todo EEUU.

Queda por ver si esta nueva táctica consigue revivir a la compañía después de un año convulso. En febrero, Peloton sustituyó a su fundador, John Foley, por Barry McCarthy como nuevo CEO de la empresa y despidió a unos 2.8000 empleados, alrededor del 20% de su plantilla corporativa. A finales de junio, la publicación de los resultados de su último ejercicio fiscal desveló que había multiplicado por 15 las pérdidas del año anterior, hasta alcanzar los 2.823 millones de dólares.

Dos meses después, Peloton decidió poner fin a la producción propia de sus máquinas para simplificar su cadena de suministro y adaptarse mejor a los cambios en la demanda de bicis o cintas para correr. En su lugar, se centrará en el desarrollo de su software, mientras que de la fabricación del equipo se encargará la firma taiwanesa Rexon Industrial Corp.

Este cambio de rumbo hizo subir ligeramente el precio de sus acciones, aunque nada comparado con los niveles alcanzados en 2021. En lo que va de año, la compañía ha perdido más de un 76% de su valor en bolsa y esta semana ha rozado sus mínimos históricos. La semana pasada, Foley abandonó su puesto de presidente ejecutivo.

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