
Mucho se ha hablado en los últimos días sobre Peloton y el futuro de la compañía. Tras meses viendo como el número de suscripciones se reducía y el precio de sus acciones caía, los rumores de una posible compra por parte de Amazon, Apple o Nike ha reavivado el interés por la compañía. El viernes 4 de febrero, el precio de las acciones de Peloton no superaba los 25 dólares y, menos de una semana después, roza los 39 dólares. Ante este furor, cabe destacar que todo son especulaciones y existen varios motivos por los que la compra no puede llevarse a cabo.
En medio de tantos rumores, Peloton ha anunciado la sustitución de John Foley por Barry McCarthy como nuevo CEO de la compañía y el despido de unos 2.8000 empleados, alrededor del 20% de su plantilla corporativa. Foley, confundador de la compañía y su director desde que se creara hace 10 años, pasará a ser presidente ejecutivo. La reestructuración del negocio no afecta a los 55 instructores en plantilla, algunos de ellos con sueldos de 500.000 dólares, según publica Bloomberg.
Aun así, el principal obstáculo para una posible compra es el propio John Foley. El hasta ahora CEO de la compañía, junto a otros insiders, controla más del 80% del poder de voto en Peloton. Es decir, cualquier operación necesita su aprobación para que se produzca. Según la entidad financiera Baird en un informe publicado antes de la destitución de Foley, el cofundador de Peloton no estaría dispuesto a vender. Sin embargo, su postura quizás ha cambiado debido a los recientes acontecimientos.
Otro de los posibles escollos para un acuerdo entre Peloton y el posible comprador es el escrutinio regulatorio de las grandes tecnológicas. Son numerosos los ejemplos recientes que dejan patente el rechazo de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos a posibles monopolios. Amazon, sin ir más lejos, lleva meses esperando el visto bueno a la adquisición de los estudios MGM.
En este escenario, Nike sería el único comprador que no se vería afectado por las leyes antimonopolio. No obstante, Tom Nikic, de Wedbush, considera que al gigante del textil no le interesa hacerse con un Peloton que ha perdido fuerza con la caída de la demanda y las desafortunadas apariciones en dos series de televisión.
Asimismo, hay quienes opinan que es pronto para que Peloton inicie un proceso de compra. En ese sentido, Blackledge compara la compañía de fitness en casa con los inicios de Netflix, cuando también se le recomendó combinarse con un negocio más grande. Eso nunca sucedió y Netflix ostenta a día de hoy el trono del negocio del streaming.
Una suscripción a Peloton con Amazon Prime
Pese a lo dicho anteriormente sobre la presión de los reguladores estadounidenses, Amazon podría plantearse la compra de Peloton. Para la compañía, la adquisición de la empresa de fitness en casa no supondría un valor adicional, si no una forma de recompensar con la suscripción a sus servicios a los miembros de Amazon Prime tras la subida de precios.
En el caso de Estados Unidos, las suscripciones a Amazon Prime pasarán de 119 dólares a 139. En España, este servicio, que incluye entrega rápida o acceso a su servicio de almacenamiento en la nube y su plataforma de películas y series, mantendrá su precio actual: 36 euros.
Amazon no ha dado señales ni anuncios de que vaya a subir sus precios en España, pero si se compara con otros países, lo cierto es que sigue siendo extremadamente económico, aún pese a no contar con todas las ventajas que da en Estados Unidos, donde la selección de artículos o el catálogo de Prime Video es mayor.