
Las dos grandes asociaciones de vendedores minoristas de carne y pescado, Cedecarne y Fedepesca, han propuesto la aplicación de un IVA superreducido del 4% a los alimentos que comercializan como medida alternativa y más efectiva al tope de precios propuesto por Yolanda Díaz.
Cedecarne, que representa a más de 25.000 carnicerías y charcuterías en España, recuerda que este IVA ya se aplica a otros alimentos de primera necesidad como son la leche, los huevos, las frutas, las verduras y el pan, mientras que la carne fresca tributa al 10%.
Aplicar su propuesta, aseguran, supondría un ahorro para las familias de 500.591.200 euros al año, una cifra que, teniendo en cuenta la población española (47,33 millones), representaría un ahorro de 10,76 euros per cápita solo en carne fresca, aproximadamente 43 euros en la cesta de la compra para una familia de cuatro personas.
Desde Fedepesca, que representa a más de 7.000 establecimientos detallistas de productos pesqueros y acuícolas frescos y congelados, recuerdan que "esta medida ayudaría a fomentar el consumo, ayudaría a las familias en su economía cotidiana y al pequeño comercio a enfrentarse a una gravísima crisis que compromete su viabilidad". Asimismo, la asociación ha recalcado que la propuesta de la ministra de Trabajo, supone una intromisión en la labor de otros ministerios el de Industria o el de Agricultura
Por otra parte, las carnicerías recuerdan que, como comercios minoristas monoproducto, no pueden variar o regular sus márgenes encareciendo otro tipo de alimentos de una cesta de la compra variada, al contrario que otros formatos de la distribución, que sí pueden ajustar sus márgenes de beneficio.
Además, Cedecarne entiende que regular el precio máximo de venta supondría perjudicar gravemente a un comercio minorista sin capacidad de negociación con los mayoristas al no comprar a volumen como la gran distribución, por lo que su margen se reduciría drásticamente o tendría que vender a pérdidas.
La patronal de las carnicerías también recuerda que poner tope a los precios distorsionaría la oferta, porque puede provocar el acaparamiento de productos por parte de unos consumidores en busca de productos a precio más ajustado.
Contención de precios
Finalmente, Cedecarne ha manifestado que las empresas detallistas de carnicería, charcutería, pollería y casquería son empresas familiares, con lo cual tienen un trato directo con el consumidor y conocen perfectamente las dificultades por las que están pasando sus clientes.
Asimismo, recuerdan que también sufren este encarecimiento después de un tiempo haciendo esfuerzos económicos frente a la inflación, rebajando los márgenes de sus productos, conteniendo al máximo los precios, absorbiendo todos los costes de más que están soportando con motivo de las medidas establecidas por la pandemia y el incremento de los costes de la energía.