
El Corte Inglés ha aprobado un plan de choque para hacer frente a nuevas subidas del precio de la energía, firmando un plan de coberturas a largo plazo y poniendo en marcha un plan de ahorro.
Aunque el grupo confía en que el tope fijado al precio del gas a través de la denominada excepción ibérica permitirá "contener los precios de la energía, reduciendo el impacto". en sus negocios, admite también que se está viviendo una "escalada sin precedentes".
Tras la aprobación el pasado 4 de agosto del Real Decreto de Ahorro energético por parte del Gobierno, la empresa que preside Marta Álvarez ha limitado ya la temperatura de sus centros comerciales a 25 grados -en el caso de las oficinas abiertas al público, como las agencias de viaje, el límite es de 27- apagando el alumbrado de los escaparates a las 10 de la noche. De forma paralela, no obstante, se han acordado también otras medidas de eficiencia en los sistemas de frío y climatización, introduciendo mejoras tecnológicos.
Así, se han establecido, por ejemplo, sistemas de control de consumo mediante robots, se han instalado puertas en las cámaras y expositores de mercancía refrigerada, se ha bajado la iluminación de las fachadas y los parkings. Más a medio y largo plazo el grupo está implantando, a través de Telecor, "planes de cobertura de compras a futuro que permitan reducir los costes y asegurar los flujos futuros" de energía.
El problema se intensifica
Pero no se trata solo de la energía. Y es que, ante la escalada de los precios, el grupo está adoptando medidas de ahorro a lo largo de toda la cadena de suministro y distribución. De este modo, según explica en su último informe anual, se están "implantando mejoras en la reducción de costes, destacando la digitalización de los procesos, el plan de reordenación de la plantilla y la creación de la nueva filial El Corte Inglés Logística Avanzada con la intención de mejorar la cadena de suministro ante situaciones de desabastecimiento puntual e irrupciones en la red de transporte y distribución".
Aunque los sindicatos temen que tras el aumento de los costes pueda haber así más ajustes de plantilla, desde el grupo insisten en que tras la salida de cerca de 3.300 trabajadores en 2021 a través del plan de bajas incentivadas y el ERE puesto en marcha este año en la filial de Viajes, que ha afectado a otras 475, no serán necesarios, sin embargo, nuevos ajustes en la plantilla.
El problema de fondo es que, tal y como admite la propia empresa, la escalada de precios va a más, lo que puede frenar el consumo. "La inflación se ha intensificado como resultado de diferentes factores", como "el encarecimiento de la energía, los trastornos en el suministro de determinadas materias primas y alimentos, tensiones en las cadenas de suministro y los problemas en el transporte, así como la revitalización de la demanda de bienes de consumo".
La inflación se situó en julio en el 10,8% en variación interanual, con lo que la escalada de los precios sigue desbocada y se sitúa incluso por encima del nivel del 10,2% que se alcanzó en junio, cuando se registró ya una marca histórica no vista en 37 años.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) ha tocado así el máximo de casi 38 años, desde septiembre de 1984. Los precios del vestido y calzado sufrieron un variación anual del 5%, y el de los alimentos y bebidas no alcohólicas, se elevó el 13,5%, la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994, golpeando de forma directa en la oferta de El Corte Inglés.
Crecimiento
El grupo de distribución cerró el último ejercicio el pasado 28 de febrero con una cifra de negocios consolidada de 12.508 millones de euros, lo que supone un incremento del 21,93% respecto al año anterior.
Tras la presentación de los resultados el pasado mes de junio, el grupo explicó ya que esta mejora venía determinada por "la buena evolución del negocio, la optimización de costes y los aciertos en la gestión, lo que ha permitido recuperar la senda del crecimiento y volver a beneficios a pesar de todas las dificultades que han supuesto las sucesivas variantes del Covid, la escasa recuperación turística, el complejo contexto económico y una escalada del precio de la energía sin precedentes".
El Corte Inglés registró un beneficio neto de 120 millones de euros durante su ejercicio fiscal 2021-2022, con lo que retoma la senda de las ganancias.