Retail - Consumo

Los vendedores de carne y pescado piden claridad en las medidas del plan de ahorro energético

  • Ambos sectores muestran su preocupación en materia de seguridad alimentaria
  • Los trabajadores de la hostelería reclaman las divergencias de temperaturas entre las Comunidades Autónomas

Regular la temperatura de los locales y el apagado de escaparates y edificios públicos a partir de las 22:00 horas son algunas de las medidas para ahorrar energía que quedan recogidas en el Real Decreto-Ley 14/2022. Sin embargo, desde que ha entrado en vigor, e incluso antes, no ha hecho más que generar desconcierto y malestar entre los diversos sectores, en parte por la poca transparencia y las incógnitas que deja la ley.

Así, la Confederación Española de Detallistas de la Carne (Cedecarne) ha declarado su preocupación por algunas de las medidas y solicitan que sean aclaradas por el Gobierno, sobre todo aquellas que están relacionadas con el control de la temperatura de los alimentos. Desde el comercio de carnes y derivados entienden que a ellos no se les aplican están restricciones, en base a la normativa de seguridad alimentaria, no solo a los obradores, sino en las dependencias de venta.

Por otro lado, la Federación Nacional de Pescaderías Tradicionales (Fedepesca) ha instado que se considere a sus establecimientos como un sector diferenciado con necesidades de condiciones de temperatura especiales pues deben garantizar la seguridad alimentaria de los productos pesqueros. En palabras de la Federación, "las pescaderías necesitan garantizar el mantenimiento de la cadena de frío en todo momento, desde el abastecimiento, pasando por el transporte, hasta la exposición en tienda". Además, han querido resaltar que "es necesario garantizar el mantenimiento de la cadena de frío en todo momento, desde la compra hasta el transporte y cuando son expuestos a la venta, lo que es imposible con temperaturas tan elevadas".

Otros sectores

Los hosteleros también han reclamado que una temperatura a 27ºC puede provocar el rechazo de los clientes, ya que a pesar de que el aire este a esa temperatura cuando en un establecimiento hay mucha gente, la diferencia ambiental con el exterior no se aprecia. Asimismo, otra de las grandes preocupaciones de los trabajadores del sector son las divergencias de temperatura en las diferentes Comunidades Autónomas, ya que no es lo mismo el aire acondicionado a 27ºC en Sevilla que en Pontevedra.

Las altas temperaturas provocarán perdidas, por ejemplo, en las tiendas de cosmética, ya que provocará que algunos de los productos se echen a perder. Por otro lado, centros comerciales y cines se han quejado de las repercusiones negativas que tendrá para el consumo estas medidas de ahorro energético.

El motivo de las quejas

La falta de concreción de algunas medidas, la dificultad de aplicar la normativa o la carencia de consenso con las Comunidades Autónomas, son algunas de las protestas por parte de los sectores afectados. Sin embargo, la regulación de la temperatura se lleva la palma de las críticas.

El Real Decreto 486/1997 en relación con la prevención de riesgos laborales establece que la temperatura de los locales de trabajo no debe suponer un riesgo para los empleados. Así, en los trabajos sedentarios la temperatura debe estar entorno a los 17ºC y 27ºC y en los trabajos ligeros deberá de estar comprendida entre los 14ºC y los 25ºC.

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