
Las familias españolas gastaron 1.900 euros en productos frescos perecederos en 2021, un 8,6% más que en 2019, pero por debajo de los 2.192 euros anuales invertidos en 2020, año marcado por el confinamiento. Esto supuso una reducción del gasto de casi 300 euros.
Lo revela la IV Edición del Observatorio de Productos Frescos de Aldi en España, presentado este jueves en Madrid por su director de Analítica e Investigación de Mercados, Ignacio Cid, quien achaca esta reducción del gasto al confinamiento decretado por el Gobierno durante el segundo trimestre año.
El informe de Aldi señala que los productos frescos, que incluyen fundamentalmente fruta, verdura, pan, embutidos, carne y pescado y huevos frescos, representaron un 41% del gasto anual en alimentación de los hogares españoles durante 2021, "lo que supone uno de cada tres euros invertidos con una inversión total de 35.614 millones de euros", puntualizó Cid.
Pese al incremento del gasto en frescos en 2021 frente al 2019, Cid reveló que "se han reducido los actos de compra en un 2% respecto a 2019, situándose en un total de 190 actos de compra, tendencia que también se detectó durante 2020 debido a las restricciones de movilidad".
El estudio de la cadena de descuento alemana refiere también que si en 2020 los frescos fueron los productos que más crecieron en volumen de compra en comparación con el total de la alimentación, este año experimentan un ligero descenso, en concreto del 6,7%, respecto al año anterior. "Aún así, se observa un aumento del gasto del 6,8% respecto a 2019, 1,5 puntos porcentuales por encima del total de la alimentación.
El observatorio de Aldi señala igualmente que durante el año pasado y respecto a 2020, los frescos mostraron un incremento en el precio medio de un 1,8%, un 0,7% más que el total de la alimentación (que subió un 1,1%). Un incremento que, según Ortiz se produjo no solamente por la inflación, que representó un 0,8% del aumento, sino también y en mayor medida por el fenómeno uptrading, que implica que el consumidor compra productos de mayor valor.
En este sentido, entre los productos frescos que experimentaron un mayor incremento de precios se sitúan los mejillones (+30%), la sardina o boquerón (+21%) y los espárragos (+13), seguidos de los embutidos ahumados y fiambres (+10) y la merluza o pescadilla (+9%).
Por su parte, otros productos frescos que, de media, suelen ser más caros en sus respectivas categorías, aumentaron su presencia en la cesta de la compra durante 2021. En concreto, las cerezas (un 121% más caras que la media de frutas), la ciruelas (un 30% más caras), el salmón (un 10% más caro que la media de pescado fresco), el aguacate (un 127% más caro) y el kiwi (un 101% más caro que la media de frutas).
Cae el consumo de carne fresca
El Observatorio de frescos de Aldi constata también que durante el 2021 el consumo de carne fresca y pan fresco se vio reducido, principalmente por una caída del tamaño de la la cesta y una menor frecuencia de compra. Esta tendencia se venía produciendo desde 2018, aunque, en el caso de la carne, la compra experimentó un repunte en 2020, debido a las restricciones en la hostelería, que implicaron un mayor consumo fuera del hogar.
¿Por qué se compran frescos?
La relación calidad-precio es el principal factor que motiva a los consumidores españoles a la compra de productos frescos en el supermercado, con un 57% de las preferencias, seguido de cerca de la conveniencia (56%) y, a más distancia, de la calidad (38%). Para casi tres de cada cuatro españoles (un 71%) es crucial que los productos frescos sean de temporada y un porcentaje similar de consumidores (73%) considera, además, que la oferta de productos de temporada que ofrecen los supermercados es suficiente.