El candidato de Vox a la Presidencia del Gobierno, Santiago Abascal, manifestó este miércoles que la "reconquista ha empezado por el sur", tras el "chispazo" que se produjo en las elecciones andaluzas de diciembre de 2018, en las que se consiguió "expulsar" al PSOE "corrupto" de la Junta, y que fue el augurio de lo que "va a ocurrir en España el 28 de abril y ninguna encuesta está vaticinando".
Abascal ha protagonizado en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla su segundo y último mitin en Andalucía durante la campaña electoral por las elecciones generales del domingo. En el auditorio de Fibes estuvieron presentes unas 3.500 personas, mientras que muchas otras no pudieron acceder por falta de espacio y Abascal se tuvo que dirigir a ellas por megafonía en el exterior.
Durante su discurso, Abascal arremetió contra todos sus contrincantes: el presidente "ilegítimo" que es Pedro Sánchez; la "derechita cobarde" de Pablo Casado; la "veleta naranja" de Albert Rivera; y contra un Podemos "cuya tumba se llama Galapagar".
En cuanto al debate electoral celebrado en Atresmedia, indicó que "realmente lo que vimos fue una reunión de la traición y del odio" de los "cuatro jinetes del apocalipsis nacional", que tenían un "consenso" en torno al mantenimiento del estado de las autonomías y de las leyes de Memoria Histórica y de lucha contra la violencia de género.
Advirtió a PP y Cs que, tras el 28 de abril, tendrán que decidir si "apoyan a Vox al frente del Gobierno de la nación". "El PSOE es el problema y Vox es la solución, porque ni PP ni Ciudadanos se atreven", según ha sentenciado Abascal.
"En España no se podía decir nada porque había una dictadura progre"
El presidente de la formación verde acusó al PSOE de ser el "responsable de desencadenar" la guerra civil, de la "corrupción" y del surgimiento y mantenimiento de la banda terrorista ETA. "Nos querían amordazar para que no pudiéramos decir nada", denunció Abascal, para quien Pedro Sánchez no está legitimado para erigir la bandera de España, de la patria que está "dispuesto a traicionar".
Así, insistió en calificar a Sánchez de "presidente traidor" porque no ha tenido "escrúpulos" a la hora de pactar con los "enemigos" de España para mantenerse en el poder.
Abascal criticó que en este país no se pudiera cuestionar "la inmigración ilegal" y que se "pisoteara" a nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Quiso dejar claro que a Vox no les van a asustar las "distorsiones" y los ataques de la "derechita cobarde" ni de la "veletita naranja", en referencia a PP y Ciudadanos.
"En España no se podía decir nada porque había una dictadura progre", según señaló el candidato, quien aseguró que "varios gin tonics van a tener que tomarse algunos el 28 de abril para lavar sus penas".
Dijo que los andaluces, "los adelantados de la reconquista", son la "vanguardia del despertar de la España viva en todo el territorio nacional" y que lo que ocurrió en las elecciones autonómicas de diciembre de 2018 fue el "chispazo" de lo que va a ocurrir en España el 28 de abril.
Tras indicar que Vox consiguió expulsar al PSOE "corrupto" de la Junta de Andalucía, aludió también a los "incumplimientos" de PP-A y Cs en el Gobierno andaluz, criticando no solo que no deroguen la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, sino que "la quieran dotar presupuestariamente", y exigió el cumplimiento de "los pactos" en esta comunidad, en referencia al acuerdo de investidura que suscribieron PP-A y Vox.
Abascal apuntó que tengan "nueve o noventa y nueve escaños", el 28 de abril ya habrán ganado porque "todos los debates que ha sacado Vox van a estar en encima de la mesa y no nos van a poder meter de nuevo en el armario".
