Política

Marcos de Quinto: "No fui a Portugal para tributar menos; PwC hace mi declaración y es correcta"

  • "Si hubiera querido pagar menos impuestos me habría ido a Bahamas"
  • "Tengo muy poco que ganar y mucho que perder en política"
Marcos de Quinto. Foto: Efe.

"Pirata. Navego sin bandera. No pretendo convencerte de nada, acaso hacerte dudar de lo que crees". Así es como se define en Twitter Marcos de Quinto, exvicepresidente mundial de Coca-Cola y ahora número dos de Albert Rivera en las listas de Ciudadanos al Congreso por Madrid. Licenciado en Economía por la Universidad Complutense de Madrid y MBA en el IE, De Quinto, el español que más lejos ha llegado en el gigante de los refrescos, entró a trabajar en Coca-Cola en el año 1982 en el departamento de Marketing y en 2000 llegó a la presidencia de la filial en España y Portugal, hasta que en 2015 aterrizó en la sede central de Atlanta (EEUU).

¿Por qué entra en política?

Para servir a mi país, porque creo que España vive actualmente una situación muy complicada y hay que actuar. Yo tengo muy poco que ganar y mucho que perder al entrar en política. Sabía desde el principio que era complicarme la vida, pero también que es necesario que haya profesionales en el Congreso, como ocurrió ya después de la Transición. De hecho, animo a otros a que sigan el mismo camino y se unan, aunque sea a otros partidos como el PP o el PSOE. En política tiene que haber médicos, arquitectos... no puede ser que haya gente que no se ha dedicado nunca a otra cosa y que su único trabajo al margen de esto haya sido dar clases en Ciencias Políticas en la Universidad.

¿Y por qué ha elegido entrar en Ciudadanos?

Porque creo en la libertad como bien supremo, además de la justicia y la igualdad de oportunidades; y Ciudadanos es quien mejor lo representa. La derecha siempre ha creído en la libertad económica, pero ha tomado partido por las libertades individuales. Y la izquierda, que ha sido siempre intervencionista en lo económico y defendía las libertades individuales, ahora ni siquiera eso, porque te dicen hasta cómo tienes que pensar, diciendo por ejemplo qué es el feminismo y qué no.

Pero lo hace como independiente...

Sí, aunque quiera involucrarme en política, quiero también salvaguardar mi independencia y voy a decir siempre lo que pienso. A mí siempre me ha interesado la política, pero me defino como agnóstico, como en la religión o el fútbol. Valoro cuando alguien lo hace bien, independientemente del partido político o el equipo que sea. De todos modos, es verdad también que tuve ya contactos con Albert Ribera desde el principio, cuando Ciudadanos era solo un movimiento social, ni siquiera un partido político.

Se le ha acusado de marcharse a vivir a Portugal tras salir de EEUU para aprovechar las bonificaciones fiscales y tributar menos, ¿es cierto?

Desde luego que no. Yo me marché a vivir a EEUU en 2015, cuando me incorporé como responsable de Marketing de Coca-Cola a nivel mundial, en Atlanta. Tanto ese año como en 2016 y 2017 he pagado allí mis impuestos, pero toda la gestión de los mismos ha corrido a cargo de PwC, que es la firma contratada por la compañía para evitar cualquier tipo de problema. Coca-Cola no se puede permitir tener un escándalo por un tema fiscal. Es cierto que en 2018 me fui a vivir a Portugal, pero porque quería estar tranquilo para escribir un libro -Notas desde la trinchera- y porque mi mujer, que es una soprano brasileña que estaba afincada en Nueva York, tenía mucha relación con Lisboa. Si hubiera querido ahorrarme impuestos, no me habría ido a vivir a Portugal; me habría marchado a Dubai, a las Bahamas o a Barbados. Pero no ha sido el caso.

¿Y dónde tributará por el último ejercicio fiscal?

PwC está preparando ahora la declaración del ejercicio pasado y habrá que ver dónde tengo que tributar, porque para hacerlo en Portugal tengo que haber residido allí más de 183 días. Lo que está claro, en cualquier caso, es que a partir de ahora pagaré el impuesto de la renta en España, puesto que vivo otra vez aquí. De hecho, todo el dinero que he ganado lo he traído a España. Yo no tengo ni sicavs ni cuentas en Luxemburgo.

Pero tiene también patrimonio en España, ¿ha tributado también aquí durante estos últimos años?

Sí, claro. He tenido que tributar lógicamente por el Impuesto de Patrimonio, que al no ser residente me ha supuesto además un importante quebranto económico. Yo tengo actualmente una casa en Torrelodones (Madrid), otra en Marbella, una en Nueva York, una finca en Cuenca, y la casa de Lisboa, que compré en 2017, aprovechando la oportunidad inmobiliaria que ofrecía el país.

Se ha dicho también que la justicia le condenó por intentar saltarse un contrato de compra con una constructora...

Yo tengo una pequeña empresa, Iniciativas Quintus, que tiene actividad agrícola y que tiene trabajadores. En 2006, adquirió sobre plano un adosado en Arcas, a 8 kilómetros de Cuenca, como inversión. Lo que ocurrió es que tuvimos un problema con la constructora, que entregó la vivienda con años de retraso y con numerosos desperfectos. Al final, paralizamos el pago y fuimos a juicio. Y aunque es verdad que la sentencia nos obligaba a pagar, también se fijó una rebaja del precio.

¿No se trata por lo tanto de una sociedad ficticia, como se ha denunciado en otros casos?

Para nada. Como digo, es una sociedad que tiene actividad y plantilla. No hay ningún tipo de irregularidad. Lo que único que hice a través de Iniciativas Quintus es una inversión inmobiliaria para alquilar una vivienda.

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