Bruselas
El expresidente del Govern, Carles Puigdemont, y su sucesor, Quim Torra, utilizaron el arranque del juicio al procés para intentar de nuevo internacionalizar su pulso al Estado español en el corazón de la UE. En una conferencia en el centro de Bruselas este lunes, Puigdemont volvió a insistir este lunes en que "el conflicto entre Cataluña y España es un asunto europeo". Torra añadió que "lo que está en juicio en Madrid son vuestros derechos como ciudadanos europeos". Lo que está sucediendo en España "no es una crisis catalana, sino una crisis europea", comentó.
El evento estuvo organizado por el eurodiputado y exministro de Exteriores esloveno, Ivo Vajl (del grupo de los liberales), y el eurodiputado de los nacionalistas flamencos (N-VA) Ralph Packet. La convocatoria en un hotel céntrico de Bruselas llegó tras el rechazo del presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, a celebrar el acto dentro de la institución. Sus servicios le recomendaron que no se celebrara en sus instalaciones por representar una "amenaza para el mantenimiento del orden público".
Por contra, la Eurocámara si acogerá una conferencia sobre la unidad de España el 6 de marzo en la que participará el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, y otros altos cargos de la formación de extrema derecha. Torra acusó al italiano, miembro del PP Europeo, de convertir al Parlamento Europeo "en una marioneta de los partidos de la derecha española". "Es una vergüenza para Europa y los europeos", remató.
El eurodiputado que acogerá el evento de Vox, Kosma Zlotowski, de los conservadores polacos, pertenece al grupo de la derecha conservadora de la Eurocámara (ECR). Es la misma familia a la que pertenece Packet, el maestro de ceremonias del evento con los independentistas catalanes.
En un acto para los suyos (unas 250 personas), no hubo mención a que una mayoría de catalanes no apoya la independencia, o el referéndum solo se respalda como solución acordada. Pero sí se repitieron las críticas a las instituciones comunitarias por permanecer en silencio a pesar de que doce miembros del movimiento independentista permanecen en prisión.
Puigdemont volvió a pedir una "solución política", e invitó al Gobierno español a negociar los términos de un referendum "que sea reconocido internacionalmente". Torra defendió la presencia de un mediador internacional en la negociación entre Madrid y el Govern.
El juicio del procés
Tanto Puigdemont como Torra atacaron el Estado español y el sistema judicial que procesará a los líderes independentistas. "Los próximos meses serán una oportunidad para que la comunidad internacional entienda la verdad, la cara de España, la violación de derechos y principios", dijo Torra aludiendo a periodistas, funcionarios o expertos en leyes. Su comentario llegó apenas tres días después de que el consejo editorial del Financial Times escribiera en sus páginas que los jueces españoles han dado muestras de su independencia al enviar a prisión a Iñaki Urdangarin, o con el caso Gürtel que provocó la caída de Mariano Rajoy. El medio The Economist también colocó recientemente a España en una posición privilegiada entre las democracias más desarrolladas.
Torra fue más allá para incitar a los funcionarios de las instituciones comunitarias para que alcen la voz contra el juicio, "Son culpables de ser demócratas", dijo en referencia a sus doce compañeros de movimiento que se sientan en el banquillo.
Puigdemont remató la carga contra las instituciones de la UE que ambos protagonizaron diciendo que el juicio al procés "trae vergüenza a España y a Europa".
