Política

¿Y si Sánchez adelanta las elecciones menos de lo esperado?

El fracaso de los Presupuestos, abandonados en la cuneta por el veto de los independentistas catalanes, obliga al Gobierno a adelantar las elecciones generales, como ya hizo Felipe González en 1995, el único momento de la historia de la democracia española en el que sucedió algo similar. Sin embargo, la fecha no parece estar decidida del todo, según los globos sonda que dejaron caer los ministros de Pedro Sánchez tras el debate de ayer en el Congreso.

La mayoría de los indicios indican que la fecha más probable estará en el mes de abril, concretamente el día 28. Se evitaría al coincidencia con las elecciones autonómicas (gran temor de los barones socialistas) y europeas y se podría aprovechar la potencial reacción de los votantes de izquierda ante las posturas cada vez más conservadoras del Partido Popular y su alianza, cada vez más consolidada, con Ciudadanos y Vox.

Esta es la postura que manejan asesores de Moncloa e incluso en el PSOE, y que fue la que publicó esta misma semana la agencia EFE con el fin de amedrentar la amenaza nacionalista, algo que fue en vano. También fue la que dieron a entender algunos ministros durante la jornada de ayer, aunque obligaría a la casi inmediata disolución de las Cortes, puesto que la interrupción de la actividad de las cámaras con 54 días antes de unos comicios es una de las condiciones legales vigentes, lo cual provocaría un considerable follón legislativo.

Los ministros dejan caer globos sonda con diferente contenido

Sin embargo, la ministra de Hacienda dio una impresión bien diferente sobre esta cuestión. Consultada sobre el futuro del Gobierno tras el 'fallecimiento' de los Presupuestos, María Jesús Montero aseguró que había varias medidas pendientes de tramitar fuera de las Cuentas, así como Reales Decreto Ley por abordar. Así mismo, indicó que parte del contenido del proyecto fenecido se podría tramitar a través, precisamente, de RDL.

Sus palabras llevan a pensar que Moncloa puede que no tenga tan claro que vaya a celebrar elecciones en abril. La derrota en los Presupuestos está demasiado próxima, así como la polémica producida por el escándalo de la negociación con los partidos independentistas.

Por ello, la posibilidad de unos comicios en otoño no deja de entrar en las posibilidades que maneja Sánchez, quien elegirá, claro está, la fecha que más le convenga. La respuesta la conoceremos este viernes, cuando el presidente revele sus intenciones. Hasta entonces, apuestas, porras y quinielas llenarán la política española y los chascarrillos de sus gentes.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky