Los expresidentes de la Generalitat catalana y del Parlament han pedido a los cuatros presos independentistas en prisión preventiva que están en huelga de hambre -Jordi Turull, Jordi Sànchez, Josep Rull y Joaquim Forn- que abandonen la iniciativa.
Tanto los que fueran presidentes catalanes Carles Puigdemont, Artur Mas, José Montilla y Jordi Pujol, como los expresidentes de la Cámara catalana Carme Forcadell -también en prisión-, Núria de Gispert, Joan Rigol, Ernest Benach y el síndic de Greuges, Rafael Ribó, han defendido públicamente que "la huelga de hambre ya ha dado visibilidad a su situación procesal y ha removido conciencias a escala nacional e internacional y el Tribunal Constitucional ya ha puesto calendario a la resolución de recursos de amparo".
Todos ellos abogan en su comunicado por "salvaguardar el derecho a la vida" de los presos
Todos ellos plantean en su comunicado que "es necesario pensar en salvaguardar su derecho a la vida y a la salud y a garantizar su participación con plenas facultades en la inminente fase de defensa procesal, y más adelante, en el futuro político del país". Este pronunciamiento llega menos de una semana después de que el exconseller Turull fuera trasladado a la enfermería de la prisión de Lledoners tras perder más de cinco kilos en su ayuno.
Los cuatro exconsellers han decidido ponerse en huelga de hambre como protesta ante lo que consideran un "bloqueo" por parte del Tribunal Constitucional. El órgano judicial resolverá en enero el recurso presentado por todos ellos contra su prisión preventiva. La resolución del mismo permitirá a los acusados recurrir a la justicia europea. Esta semana los presos en huelga de hambre han remitido hasta 40 cartas a los principales líderes europeos.